Julia Elena Abdalá Lemus, pareja del extitular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, informó en días recientes que recibió 4.5 millones de dólares de la familia Weinberg, que durante años sirvió como prestanombres de Genaro García Luna, para la compra de un edificio usado como hotel.
El hotel tipo boutique, ubicado en Polanco, fue pagado entre 2012 y 2017 por esta familia, que algunos de sus integrantes tienen orden de aprehensión por la Fiscalía General de la República (FGR).
Abdalá reconoció la operación, con 2 millones 642 mil dólares que entraron a sus cuentas personales, así como otro millón 890 mil dólares que llegaron a través de una offshore que le pertenece ubicada en Panamá, llamada Roybell International.
Si bien existe polémica, especialmente debido a que en esos años Manuel Bartlett era legislador por el PT, la mujer dijo que la operación fue legal, además de que no conoce a Genaro García Luna, con lo que negó cualquier polémica que lo pudiera relacionar con él.
La familia Weinberg, liderada por el padre, Mauricio Samuel, y el hijo, Jonathan Alexis, de raíces israelíes, estuvo detrás de las operaciones inmobiliarias de Genaro García Luna en Estados Unidos, esto una vez que el policía dejó de ser secretario de Seguridad en el gobierno de Felipe Calderón.
García Luna vivió en dos propiedades en Florida mientras estuvo en Estados Unidos y antes de ser detenido, ambas de la familia Weinberg, que además ofreció algunos servicios de venta de equipo de seguridad a García Luna y supuestamente se habrían beneficiado de informes de la Secretaría de Seguridad.
La familia vuelve a estar ligada con la polémica, ahora con la pareja de Manuel Bartlett.
¿Qué sabemos del hotel en Polanco que Julia Elena Abdalá vendió a la familia Weinberg?
Se trata de un hotel boutique ubicado en Polanco, con cuatro pisos y que estaba sobre la calle Leibnitz.
Un hotel boutique se caracteriza por tener de 10 a 100 habitaciones y ofrecer un servicio más personalizado y exclusivo que los que son de cadena. Normalmente se localizan en las zonas céntricas de las ciudades, y tienen como principal finalidad que las personas puedan hospedarse y acceder a las zonas más dinámicas de turismo y consumo.
Julia Abdalá explicó en entrevista con Ciro Gómez Leyva que el inmueble dejó de operar como hotel desde antes de que se vendiera a los Weinberg, esto porque una vez el personal recibió amenazas con armas, y al día siguiente se decidió su cierre.
Se desconoce si las amenazas estaban relacionadas con el crimen organizado, ya que lo que cuenta la pareja de Bartlett es que un cliente no quería pagar.
Era un edificio “viejo”, que se reacondicionó para ser hotel y que tras su cierre se tardó cerca de medio año en vender el inmueble.
Los Weinberg no solo compraron el edificio, sino que también la marca del hotel; sin embargo, se desconoce el nombre de este.
