CIUDAD DE GUATEMALA.- El presidente de Guatemala, Jimmy Morales, anunció este viernes que notificó a Naciones Unidas la no renovación de su misión anticorrupción en el país, argumentando que sus integrantes violaron las leyes, hicieron persecución penal selectiva y sembraron terror judicial.
La Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), avalada por Estados Unidos, entró en vigor en el 2007 y su estancia era prorrogada cada dos años. La última vez fue en septiembre del año pasado, por lo que finalizará su gestión en septiembre del 2019.
"Hemos notificado oficialmente al secretario general de Naciones Unidas la no renovación del mandato de la CICIG (Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala) y que de inmediato se inicien las transferencias de capacidades a las instituciones correspondientes", dijo Morales.
La Fiscalía General de Guatemala y la CICIG solicitaron este mes nuevamente un antejuicio contra Morales por presunto financiamiento electoral ilícito, luego de que el año pasado el mandatario evadiera ser investigado por el mismo delito al mantener su inmunidad.
"El año pasado se hizo ver al secretario general de las Naciones Unidas muchas de las preocupaciones que el Estado tenía del actual responsable de la Comisión y de muchos de sus integrantes violando nuestras leyes, induciendo a personas e instituciones a participar en actos de corrupción e impunidad", dijo Morales.
"Estos señalamientos hechos por la vía diplomática de primera mano conllevaron persecución penal selectiva y con sesgo ideológico evidente, sembrando el terror judicial en Guatemala", agregó.
El año pasado hubo versiones de que el mandatario habría solicitado al secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, la salida de Iván Velásquez como jefe de la CICIG.
Entonces, dos fuentes dijeron a Reuters que Morales propondría reemplazar al exmagistrado colombiano en una reunión que tuvo con el líder del organismo multilateral, pero no trascendió si lo hizo.
La CICIG fue clave en la victoria de Morales en 2015, después de que sus investigaciones llevaron a la renuncia de su predecesor, Otto Pérez Molina, quien está en prisión acusado de dirigir una mafia aduanera y malversar fondos públicos.
Pero en enero del año pasado, la Fiscalía y la CICIG acusaron al hermano y a uno de los hijos de Morales de participar en un fraude al registro de la propiedad, lo que dañó sensiblemente la popularidad del mandatario, quien ganó las elecciones pese a su inexperiencia política bajo su lema "ni corrupto ni ladrón".