CIUDAD DE MÉXICO. A seis días de que arranque la Copa Mundial de FIFA, la embajada de México en Brasil, que encabeza Beatriz Paredes Rangel, se reporta lista para recibir y atender a los 50 mil connacionales que, prevé, asistirán a la justa deportiva más importante del año.
Para garantizar su seguridad y atención, la sede diplomática puso en marcha una operación que incluye el desplazamiento de tres consulados móviles a las ciudades de Natal, Fortaleza y Recife, donde la selección mexicana enfrentará a los equipos de Camerún, Brasil y Croacia.
En entrevista con El Financiero, Vanessa Rubio, subsecretaria para América Latina y el Caribe de la cancillería, explicó que los camiones que funcionan como consulados móviles las 24 horas, rentados a una compañía privada y equipados con wi-fi y teléfonos de localización, ya que fueron desplegados cerca de estadios y plazas comerciales, brindan servicio desde esta semana, pues empezaron a llegar los primeros aficionados; su trabajo se prolongará hasta unos días después de que concluya el campeonato.
Los mexicanos podrán recurrir a este servicio, precisó, en caso de que pierdan su pasaporte a fin de les sea expedido otro de manera extraordinaria, o bien en cualquier situación de emergencia como asaltos o robos. También contarán con personal capacitado para orientarlos sobre agencias de viajes, ubicación de estadios, autoridades y medidas sanitarias, "ya que muchos de los mexicanos que llegarán a la nación sudamericana aprovecharán para conocer otros lugares, donde es necesario vacunarse contra el sarampión o el dengue".
Rubio subrayó que como parte de la estrategia se reforzarán con personal adscrito a la Oficina de Protección y Asistencia Consular de la cancillería y de los consulados en Río de Janeiro y Sao Paulo, así como de la oficina consular en Brasilia, también sede de la embajada.
Además, se montó una red de servicio médico en coordinación con el gobierno de Brasil, que garantiza la seguridad del mundial, pese a las protestas de los últimos meses contra la copa, que será la más cara en la historia, con una inversión superior a 14 mil millones de dólares.
Rubio recomendó a quienes pretendan viajar a Brasil no hacerlo sin boletos para entrar a los estadios, pues si esperan conseguirlos en reventa será muy difícil o se arriesgarán a ser defraudados.