MADRID.- El Gobierno español aprobó este viernes la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco del mausoleo monumental del Valle de los Caídos, ubicado a las afueras de Madrid, donde fue enterrado tras su muerte en 1975.
El gobierno socialista español busca transformar el monumento en un sitio para rememorar la Guerra Civil en lugar de glorificar la dictadura. Esta sería la última de una serie de medidas del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez dirigidas a cimentar su poder y atraer a votantes de izquierda a dos años de las elecciones generales.
"El consejo de ministros ha aprobado un decreto ley (...) para proceder a uno de los contenidos principales y preferentes de la Ley de Memoria Histórica, que es exhumar los restos del dictador Francisco Franco del lugar donde están las víctimas de la contienda", dijo la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, en rueda de prensa.
"Tener (ahí) la tumba de Franco supone una falta de respeto y de paz a las víctimas que allí están enterradas", agregó.
Destacó que según una delegación de las Naciones Unidas que visitó España hace cuatro años, "la democracia es incompatible con una tumba que honra la memoria de Franco".
Habrá una consulta a los descendientes de Franco, quienes tendrán 15 días de plazo para decir dónde quieren enterrar los restos. De no haber respuesta, el gobierno elegirá un lugar "digno", aseguró Calvo.
El trámite legal del real decreto, una medida extraordinaria para una situación de urgencia, tendrá que ser refrendado posteriormente por mayoría simple en una votación parlamentaria en la que no se espera que pueda ser rechazado.
El Valle de los Caídos, excavado en la roca de la sierra noroeste de Madrid y con su emblemática cruz de 152 metros de altura, ha sido centro de las críticas por ser el único monumento a un dirigente fascista europeo que queda en pie.
Presos condenados, republicanos en su mayoría, fueron empleados en su construcción, y muchos de los muertos enterrados en el lugar lo fueron sin el permiso de sus familias.
El mausoleo, inaugurado por el propio Franco en 1959, también alberga los restos del fundador de Falange, José Antonio Primo de Rivera. Desde hace tiempo ha sido lugar de peregrinación de grupos de ultraderecha.
La Ley de Memoria Histórica proscribió los actos públicos en apoyo al régimen franquista, pero no respondió a los reclamos de exhumaciones y reparaciones de los sobrevivientes de la guerra y los familiares de las víctimas.
Francisco Martínez Bordiú, un nieto de Franco, calificó los planes de "bárbaros" y dijo en entrevista con Antena 3 que los familiares estudiarán las opciones legales para detener la exhumación.
Con información de AP