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De millones a solo miles, así será la tradicional peregrinación de los musulmanes a La Meca por el COVID-19

Quienes deseen realizar este tradicional viaje deberán hacer una cuarentena antes y después del evento y no tener 65 años o más.

El peregrinaje anual del haj, que suele atraer a millones de musulmanes de todo el mundo, se verá reducido en julio a solo miles de peregrinos como mucho debido a las preocupaciones por el nuevo coronavirus, indicó este martes un funcionario saudí.

Un número "pequeño y muy limitado" de personas que ya residen en el reino recibirá autorización para realizar el peregrinaje, indicó el ministro saudí de Haj, Muhammad Benten, para garantizar el distanciamiento social y el control de multitudes en plena pandemia global del COVID-19.

"La cifra, Dios mediante, podría ser de miles. Estamos en proceso de revisarla para que pueda ser mil, o menos, o un poco más", explicó Benten en una rueda de prensa virtual.

No se permitirán peregrinos mayores de 65 años y todos los asistentes, así como los que les atiendan, deben hacer cuarentena antes y después del evento.

Aunque esperada, la decisión de restringir de forma drástica el haj de este año sigue siendo sin precedentes en los casi 90 años de historia de Arabia Saudita, y en la práctica prohíbe a los musulmanes de fuera del reino viajar allí para completar el peregrinaje.

Es un golpe para personas que esperaron y ahorraron dinero durante años para costearse el viaje. El haj no solo es obligatorio para todos los musulmanes una vez en la vida, también una oportunidad de limpiar pecados pasados y conectar con musulmanes de toda clase.

"Completar el haj es el deseo de todo musulmán, pero debido al COVID-19, este año no será posible", lamentó el presidente del Centro Islámico de India, Maulana Khalid Rashid, añadiendo que debería autorizarse una delegación que saliera de India.

Normalmente, el haj congrega a 2.5 millones de personas entre saudíes y extranjeros. Es una experiencia profunda, en la que los fieles se alzan hombro con hombro en oración, a menudo entre lágrimas, con las manos alzadas hacia el cielo durante cinco días de intensas plegarias en torno a La Meca.

Cada país recibe una cuota de visas en función de su población musulmana. Indonesia tiene el mayor cupo con casi 221 mil fieles. En países como Egipto, Pakistán e India, conseguir una plaza puede requerir mucho dinero, contactos con funcionarios locales o simplemente años de paciencia.

Autoridades paquistaníes indicaron que las autoridades saudíes se habían puesto en contacto para informar sobre la decisión. Pakistán suele enviar unos 180 mil peregrinos al haj cada año.

Este año, diplomáticos que ya están en Arabia Saudí representarán al país durante el peregrinaje, que comienza a finales de julio.

El clérigo musulmán de mayor rango en Egipto, Sheik Ahmed el-Tayeb, elogió la sabiduría de la decisión y dijo que demuestra la concienciación en Riad con los peligros que plantea el virus SARS-CoV-2.

Arabia Saudita cerró sus fronteras a los extranjeros a finales de febrero en un intento de frenar los contagios del patógeno. El Gobierno suspendió el peregrinaje del umrah, de menor escala y que se realiza durante todo el año; impuso un toque de queda de 24 horas durante casi tres meses en La Meca; cerró mezquitas durante el mes sagrado del Ramadán, y restringió la actividad empresarial.

Aun así, Arabia Saudí sigue teniendo una de las mayores tasas de infección en Medio Oriente, con más de 161 mil casos confirmados hasta ahora, incluidas mil 307 muertes.

En Afganistán, el coronel retirado del Ejército Mahmood Seddiqi aclaró que los musulmanes que no pudieran viajar este año a Arabia Saudita debían donar el dinero que habrían gastado en el peregrinaje a los más afectados por la pandemia del COVID-19 y su efecto económico.

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