Tiendas y colchones, cocinas al aire libre, pedidos de ayuda, muestras de exasperación: en el corazón de la Ciudad Luz, los campamentos improvisados de inmigrantes brotan como hongos, una de las últimas consecuencias de los conflictos que hacen estragos en África y Oriente Medio.
Desde comienzos de año, las ciudades europeas se han visto invadidas por una ola sin precedentes de refugiados que supera las posibilidades de acogida de las autoridades locales, mientras que la forma de distribuir a quienes huyen de la guerra y buscan asilo crea tensiones entre los miembros de la Unión Europea.
"Europa se enfrenta a una de las peores crisis migratorias en su historia", dijo el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, el miércoles en París mientras anunciaba los pasos a seguir para aumentar la capacidad de lidiar con los nuevos arribos.
El equipo de la alcaldesa de París Anne Hidalgo ha tenido dificultades para contener los campamentos no autorizados en tanto unos 350 inmigrantes indocumentados se instalaron en un parque del distrito 18°, al noreste de París, y cerca de la estación de tren de Austerlitz, próxima al Sena, en los últimos días.
Los inmigrantes buscan un nuevo lugar donde quedarse luego de que un grupo de 470 fuera desalojado por las fuerzas policiales de un puente situado detrás de la Gare du Nord este mes, acontecimiento que mereció una amplia cobertura en la prensa mundial. La mayoría de los refugiados proviene de Eritrea y Sudán, según el municipio de París.
Algunos cruzaron el Mediterráneo en balsas para llegar a las costas europeas.
CUATRO MIL CAMAS
Anne Hidalgo ha pedido que se les faciliten instalaciones donde alojarse en París. "No pueden quedar en la calle a la noche", dijo el 9 de junio.
Sin embargo, el gobierno francés teme que esto provoque tensiones políticas y fomente la inmigración ilegal hacia la capital francesa, luego de que un campamento oficial ubicado cerca de la ciudad norteña de Calais hiciera justamente eso y debiera ser clausurado tras los disturbios de 2002. Ahora, miles de inmigrantes que intentan llegar al Reino Unido duermen en los bosques y las tierras baldías que rodean la ciudad, esperando la oportunidad de cruzar el Canal de la Mancha.
Italia, adonde primero llega la mayoría de los inmigrantes, esta semana amenazó con extender permisos de viaje que les permitan trasladarse a los países vecinos de la Unión Europea. Hasta ahora, la policía francesa los ha detenido en la frontera, cerca de la ciudad de Ventimiglia.
Entretanto en París, la población local está escandalizada de la difícil situación que viven los inmigrantes. La semana pasada, hubo protestas en reclamo de más alojamiento para los refugiados luego de que la policía tratara de desmantelar los nuevos asentamientos.