El primer ministro Mark Carney dijo que es “muy probable” que se proponga un nuevo oleoducto a la costa oeste de Canadá como un proyecto de construcción nacional, lo que podría significar que se convierta en parte del esfuerzo de Ottawa para acelerar desarrollos importantes bajo la nueva legislación.
Carney, quien asistió al evento anual Calgary Stampede en la capital de Alberta, dijo al periódico local que corresponde al sector privado hacer la propuesta en lugar de un enfoque “de arriba hacia abajo” por parte del gobierno.
“Creo que, dada la magnitud de la oportunidad económica, los recursos que tenemos, nuestra experiencia, es muy probable que tengamos un oleoducto que sea una propuesta para uno de estos proyectos de interés nacional”, declaró al Calgary Herald.
Los comentarios llegan semanas después de que el Parlamento aprobara el proyecto de ley C-5, que agiliza la aprobación de desarrollos de importancia nacional y tiene como objetivo eliminar las barreras al comercio interno.
Carney afirmó que también apoya la propuesta de un sistema de captura de carbono de 16 mil 500 millones de dólares canadienses para las arenas petrolíferas de Alberta, como un posible proyecto de desarrollo nacional.
La primera ministra de Alberta, Danielle Smith, ha sugerido que tanto el oleoducto como el proyecto de captura de carbono podrían proceder como un supuesto gran acuerdo para el sector energético.
“Confío en que mi gobierno hará todo lo posible para que esos proyectos se puedan construir”, declaró Carney al periódico. “Contamos con la legislación, pero también contamos con el personal a nivel federal que puede lograr resultados”.
Smith y algunos grupos de la industria han pedido un nuevo oleoducto capaz de transportar hasta un millón de barriles por día a un puerto del norte de Columbia Británica para satisfacer la creciente demanda mundial de crudo pesado canadiense.
Se espera que los oleoductos existentes, incluido el recientemente ampliado sistema Trans Mountain que envía petróleo a Asia y Estados Unidos, alcancen su capacidad máxima antes de finales de la década, según el periódico.
