En medio del fuego cruzado de misiles hipersónicos entre Israel e Irán, crece una pregunta que inquieta a la comunidad internacional: ¿Irán puede lanzar un ataque nuclear?
Antes de responder la pregunta, Dolores Marín Díaz, profesora de Relaciones Internacionales en la UDLAP, considera que las acusaciones de Israel no son nuevas, ya que Irán desarrolla energía nuclear desde antes de la década de los setenta.
“Desde antes de la revolución iraní, cuando Irán se convierte en república islámica, uno de los países que inicialmente apoyó su programa nuclear fue Estados Unidos”, recordó la especialista en entrevista con El Financiero.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, acusó recientemente a Irán de estar a pocos días de fabricar armas nucleares y describió las intenciones de Teherán como una “amenaza inminente”, por lo que justificó sus ataques.
“El enriquecimiento de uranio es una estrategia clave de Irán para mantener poder de disuasión y reforzar su influencia regional. Aunque no está confirmado si está cerca de crear una bomba nuclear, su capacidad forma parte de su estrategia para ejercer liderazgo en la región”, asegura Marín.
Ante los recientes ataques que el gobierno israelí lanzó contra Irán, la especialista señaló que Teherán utiliza su programa nuclear como una herramienta de negociación, destinada a disuadir cualquier amenaza potencial.

Desde el 13 de junio, Israel lanzó ataques contra distintos puntos clave de Irán. La ofensiva israelí tuvo como objetivo altos mandos de la cúpula militar y nuclear iraní e incluyó bombardeos contra la principal planta nuclear del país, ubicada en Natanz.
¿Hay riesgo de una guerra nuclear entre Irán e Israel?
Aunque el líder supremo de Irán, Alí Jamenei, rechazó detener los ataques contra Israel, Marín considera que hay un largo camino antes de llegar a una guerra nuclear en Medio Oriente.
“Habrá intentos de mediación de diferentes organismos internacionales. Este escenario no conviene a ninguno de los involucrados. Esta guerra, iniciada por Israel, forma parte de una estrategia para desviar la atención de Gaza, frenar el acuerdo entre Estados Unidos e Irán, y responder a las intenciones políticas internas de Netanyahu para evitar su destitución”, dijo la especialista de la UDLAP.
Dolores Marín recordó que los acuerdos entre Estados Unidos e Irán para limitar las instalaciones nucleares quedaron en suspenso tras la ofensiva militar israelí, lo que, puntualizó, reduce las posibilidades de negociación en el corto plazo.

“El acuerdo nuclear quedó suspendido. Saber si podrá retomarse es una de las grandes incógnitas, ya que las negociaciones previstas en Omán han sido pausadas. Todo dependerá de las acciones que se tomen en los próximos días”, explicó.
Israel, un freno a las negociaciones nucleares entre EU e Irán
La ofensiva militar de Israel contra Irán pone en pausa cualquier posibilidad inmediata de reactivar el acuerdo nuclear entre Teherán y Washington. Para Dolores Marín, estos ataques responden a un movimiento deliberado del gobierno de Netanyahu para obstaculizar el acercamiento entre ambos países y mantener la presión sobre Irán.
“El acuerdo nuclear también debe entenderse en ese contexto. En ocasiones anteriores, cuando existieron posibilidades reales de retomar las negociaciones, Israel intervino para impedirlo. Así que los recientes ataques también podrían interpretarse como parte de una estrategia del gobierno de Netanyahu para frenar cualquier acercamiento entre Irán y Estados Unidos”, sostuvo.
En ese contexto, las declaraciones de Donald Trump podrían agravar la situación y provocar que Irán busque continuar con su estrategia de fortalecimiento militar.

“Las declaraciones del presidente Donald Trump —quien dio mensajes poco asertivos— ponen en duda la efectividad del sistema internacional. Este tipo de amenazas dirigidas al líder supremo iraní dificultan aún más que se retome el proceso de negociación del acuerdo nuclear“, consideró.
¿Irán podría rendirse ante las exigencias de EU?
Ante las exigencias del presidente Donald Trump para que Irán se rinda de manera incondicional, la especialista descartó que la República Islámica de Irán dé marcha atrás en corto plazo.
“No veo probable que Irán se rinda, al menos no en el corto plazo. Ha demostrado tener la capacidad de responder a los ataques y, además, rendirse implicaría mostrar una debilidad que no le conviene a nivel regional. Eso afectaría su posición como potencia”, mencionó.
Sobre los comentarios de Donald Trump sobre una posible intervención militar contra Irán, Marín advirtió que su participación en el conflicto podría acarrear consecuencias negativas para la economía estadounidense.

“Aunque EU muestra respaldo diplomático al gobierno de Netanyahu, hay que considerar todas las implicaciones. La imagen de EU ya está muy desgastada por su participación en conflictos anteriores como Irak y Afganistán. El discurso de libertad y democracia que antes se usaba para justificar intervenciones, hoy tiene cada vez menos credibilidad. Por eso, creo que EU tomará otras acciones antes de optar por un apoyo militar directo", afirmó.
¿Rusia podría involucrarse en la guerra entre Irán e Israel?
Aunque Rusia está comprometida con la guerra en Ucrania, su alianza con Irán hace poco probable que deje solo a su aliado en Medio Oriente.
“Creo que la alianza política que ha tenido con Irán implicaría que no es un aliado al que piensen dejar solo, aunque eso necesariamente se traduzca en un enfrentamiento directo. Tampoco es una decisión que solo tomaría unilateralmente Rusia, sino que depende de la acción que lleven a cabo los aliados como Israel y Estados Unidos”, comentó.
En este sentido, destacó el papel de los países occidentales y los organismos internacionales para buscar un alto al fuego en los ataques entre Israel e Irán.
“Es fundamental que los países con mayor poder actúen con contundencia. Ya se han registrado ataques a Irán, a su embajada en Siria, a Líbano, etc. Es crucial que el Consejo de Seguridad de la ONU y otras instituciones internacionales tomen medidas efectivas, tanto para frenar el genocidio en Gaza como para evitar una mayor desestabilización en Medio Oriente. La vía debe ser la negociación, buscando siempre proteger a la población civil”, concluyó.