El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió este martes 17 de junio que si Irán ataca objetivos estadounidenses, la respuesta será contundente.
“Responderíamos con toda nuestra fuerza, sin contemplaciones”, afirmó el mandatario a los medios de regreso a Washington desde la cumbre del G7 en Canadá, antes de añadir: “Creo que (los iraníes) ya saben que no deben tocar nuestras tropas”.
Trump, quien se retiró anticipadamente del G7, volvió a negar que hubiera abandonado la reunión para promover un alto el fuego entre Irán e Israel, como había sugerido el presidente francés, Emmanuel Macron.
No estoy buscando un cese de hostilidades, estamos buscando algo mejor”, enfatizó Trump, reiterando: “Nunca dije que estuviera buscando un alto al fuego. Eso lo dijo Emmanuel… buen chico, pero no siempre tiene razón”.
A este respecto, realizó varias declaraciones aparentemente contradictorias.
Por un lado, aseguró que lo que buscaba era un “un final real, no un alto al fuego” y que estaba considerando enviar al vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, y al emisario especial Steve Witkoff, para reunirse con representantes iraníes.
Sin embargo, apuntó que no estaba “muy de humor para negociar” con Irán.
Planta de uranio de Natanz, en Irán, sufe ataque
Nuevas imágenes satelitales sugieren que los ataques israelíes dañaron las instalaciones subterráneas de enriquecimiento de uranio en el principal sitio de producción de combustible nuclear de Irán, según el organismo de control nuclear de las Naciones Unidas.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) escribió el martes en X que ha identificado elementos adicionales que indican impactos directos en las salas subterráneas de enriquecimiento. Esta es la primera confirmación independiente de las afirmaciones israelíes de que destruyó el sitio, que atacó en las primeras horas del conflicto, que ya lleva cinco días.
La instalación de Natanz, que contaba con unas 15 mil centrifugadoras que separaban isótopos de uranio antes de que Israel iniciara sus ataques contra Irán, está construida bajo tierra y protegida por una carcasa de acero y hormigón. El OIEA aún no ha detectado daños en la otra planta de enriquecimiento subterránea de Irán, en Fordow, según el comunicado.
La agencia con sede en Viena había sugerido previamente que las vastas salas de enriquecimiento de Natanz permanecían intactas, a pesar de que los daños en las estructuras de la superficie de la base eran claramente visibles desde los satélites.
Si la reevaluación es correcta y el sitio de enriquecimiento de mayor capacidad de Irán ha sido destruido, representaría otro duro golpe para las ambiciones nucleares del país.
Además de destruir la única instalación de conversión de uranio de Irán en Isfahán, la violación de la fortificación de Natanz cuenta como un logro importante para Israel, que busca reducir la capacidad de la República Islámica de producir combustible nuclear.
Con información de Bloomberg