Tras casi tres semanas de creciente tensión que culminaron en una intensa jornada de ataques masivos a objetivos militares, India y Pakistán acordaron este sábado un alto el fuego inmediato, mediado por Estados Unidos, poniendo fin a su peor escalada de violencia en lo que va de siglo, con un saldo de aproximadamente un centenar de fallecidos.
El anuncio de la tregua se produjo a las 17:55 hora india (11:25 GMT) a través de un mensaje en la red social Truth Social del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Aseguró que las dos naciones habían accedido a un cese de hostilidades “TOTAL E INMEDIATO” gracias a la intervención de su país.
Ambos bandos confirmaron la noticia minutos después del anuncio estadounidense, en una aparente acción coordinada, aunque ninguna de las dos naciones hizo mención pública al papel de Estados Unidos en la negociación.
Conversaciones entre India y Pakistán seguirán en sede neutral
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, indicó que las conversaciones entre la India y Pakistán se trasladarán a una sede neutral para su continuación.
Por su parte, la India confirmó que los directores generales de Operaciones Militares de ambos países tienen previsto reunirse nuevamente el 12 de mayo a las 12:00 hora india (6:30 GMT).
¿Cuándo comenzó el conflicto entre India y Pakistán?
Durante las horas previas, India y Pakistán intercambiaron ataques con misiles y drones, marcando una de las jornadas con mayor despliegue de ataques en décadas y reviviendo los fantasmas de una guerra a gran escala como la de Kargil en 1999, a pesar de los numerosos enfrentamientos de menor envergadura registrados desde entonces.
Al menos 98 personas murieron desde el pasado 22 de abril, cuando hombres armados mataron a tiros a 26 turistas -en su mayoría indios- en una popular pradera en la zona de Pahalgam, en la Cachemira controlada por la India. El ataque fue adjudicado al Pakistán.
Sin embargo, Islamabad negó reiteradamente cualquier implicación, desafiando a Nueva Delhi a presentar pruebas de su supuesta conexión con el atentado, pruebas que no fueron divulgadas.
‘Operación Bunyanun Marsoos’ y respuesta India
La tensión alcanzó su punto álgido este sábado con el lanzamiento por parte de Pakistán de la denominada ‘Operación Bunyanun Marsoos’ (Muro de hierro), que consistió en una serie de ataques con misiles y drones dirigidos contra objetivos en territorio indio, incluyendo instalaciones militares.
La India admitió haber sufrido daños “limitados” en bases de su Fuerza Aérea ubicadas en Udhampur, Pathankot, Adampur y Bhuj, ciudades cercanas a la frontera y desde donde se habían lanzado previamente ataques contra Pakistán.
No obstante, India restó importancia a la magnitud de los daños reportados por su contraparte, que aseguraba una destrucción considerablemente mayor.
En respuesta a estos ataques, y siguiendo la pauta de los días precedentes, la India declaró haber atacado bases aéreas en seis localizaciones de Pakistán, acción que este último país, también en línea con su respuesta habitual, afirmó haber interceptado.
A pesar de que ninguno de los ejércitos reportó bajas directas en estos intercambios, la disputada región de Cachemira fue escenario de 16 muertes adicionales como consecuencia del fuego de artillería empleado por ambos países desde el inicio de la escalada.
Según el portavoz del Gobierno regional de la parte de Cachemira administrada por Pakistán, Mazhar Hussain, 13 personas perdieron la vida y 56 resultaron heridas. Al otro lado de la Línea de Control, en la Cachemira india, fallecieron tres personas, incluyendo un funcionario público.
¿Realmente es el fin del conflicto?
La intensa actividad militar de esta jornada dio paso a una tensa calma durante las primeras horas del día, que se disipó con el anuncio del alto el fuego por parte del presidente Trump.
Tanto la India como Pakistán habían emitido mensajes apelando a la moderación, aunque cada uno instando al otro a dar el primer paso hacia la desescalada.
A pesar de la tregua acordada, el comodoro Raghu R. Nair, de la Armada india, afirmó en una rueda de prensa que su país se mantendrá vigilante y comprometido con la defensa de su soberanía, y advirtió de que cualquier futura escalada requerirá una respuesta contundente.
En las horas previas al anuncio del alto el fuego, la comunidad internacional había intensificado sus llamamientos a la contención. Arabia Saudí, China y los países del G7 instaron a la India y Pakistán a buscar una solución pacífica al conflicto y a detener la escalada, sumándose a las numerosas naciones que en los últimos días expresaron su preocupación ante el temor de un conflicto a gran escala entre dos potencias nucleares.