En las últimas horas, las estaciones del metro de Ucrania han sido invadidas por familias. La gente lleva bolsas para dormir, mantas, perros y crucigramas.
“Estoy aquí porque creo que es uno de los únicos lugares donde puedes esconderte por ahora en Kiev. Todos los demás lugares son... aterradores”, dijo Bogdan Voytenko, uno de los residentes que se están refugiando en una de las estaciones.
Su intención, añade, es pasar la noche en un “refugio antibombas” improvisado junto con sus dos amigos. El caso de Voytenko no es el único, pues miles de ucranianos ven al transporte público como una salvación para librar los bombardeos rusos, los cuales avanzaron hasta la capital Kiev.
¿Qué tan seguro es el metro de Ucrania?
De acuerdo con expertos, Kiev tiene las estaciones del metro más profundas del mundo, diseñadas como refugios antibombas y ataques aéreos, además de que su estructura permite escapar de las bajas temperaturas del invierno.
Varios túneles que llevan a las estaciones están equipados con puertas de metal. Los búnkers fueron construidos durante la época de la Guerra Fría, por lo que estos sitios están destinados a proteger y acomodar a personas en caso de ataques.
La estación de metro Arsenalna, construida a 105.5 metros bajo tierra y situada en el centro de la capital ucraniana, es la más profunda del mundo, desde su inauguración en noviembre de 1960.
Para llegar a esta parada se debe realizar un recorrido de más de cinco minutos desde la superficie hasta los andenes. El nombre de la estación se debe a la emblemática fábrica homónima, situada a pocos metros en el exterior, que durante la Segunda Guerra Mundial se encargaba de producir armas para el Ejército Rojo de la Unión Soviética.
Incluso, es una de las más transitadas, por la que pasan más de 26 mil 100 viajeros cada día, ya que se encuentra cerca de lugares de gran importancia histórica y cultural como la plaza del Maidán, el Monasterio de las Cuevas de Kiev,el Monumento a la Madre Patria y el Museo Nacional de la Segunda Guerra Mundial.
Hasta hace nos días, dicha estación del Metro era un atractivo turístico para extranjeros.
