Monterrey

Utopías de Bukele

Nayir Bukele en 10 días abre senderos no sólo para investigar, sino para actuar.

A 10 días de gobierno es el presidente mejor evaluado en el mundo. Nayir Bukele empieza a gobernar cambiando estructuralmente las formas de hacer gobierno. Suena parecido a lo que vivimos después de las elecciones de 2015 y que por algún motivo nunca despegó.

Pero Buekele lo trasciende, gobierna en público y le están aplaudiendo por todas partes, y también mantiene en vilo a muchas almas. Despide por Twitter a quienes están relacionados con la corrupción. Con fundamentos o no, eso de sortear un sistema judicial administrativo o penal lento, incierto, deshumanizado y muchas veces manipulado, le está gustando mucho al mundo. Despacha con un tuit y ya atrajo 350 millones de dólares para inversión en El Salvador. Y al mundo le está agradando.

No sé cómo seguirá su mandato, no sé cómo acabe su gestión, lo que me queda claro es que aterriza utopías del gobierno abierto. La información está fluyendo mucho más rápido, las decisiones se materializan más pronto y esto las hace efectivas. Nayib está utilizando a su favor la escisión entre el tiempo y el espacio para que la gente vuelva a confiar en su gobierno, para que la gente crea.

Eso que todos estudian en Latinoamérica y que les preocupa muchísimo por la crisis de desconfianza, de la ciudadanía desafectada y del desinterés. Pues Bukele en 10 días abre senderos no sólo para investigar, sino para actuar. Las redes sociales son campo fértil para campañas políticas, pero también para gobernar y dar la cara a la aprobación -o no- de la ciudadanía. Es un riesgo, pero es inevitable y la evidencia es implacable.

Habrá que repensar lo que ya existe y no resulta tan dinámico, tan audaz y expedito. Habrá que salvaguardar la justicia, pero tendrá que agarrar un ritmo bastante más rápido porque esta aprobación sólo proviene del hartazgo generacional. El descaro en que ha caído buena parte de la clase política para su propio beneficio es incuestionable; que han usado el entramado judicial para salir ilesos, indudable; que alargan eternamente procesos para beneficiarse, irrefutable. Y esto ha sido así durante décadas en toda Latinoamérica.

Para sostenerse Bukele tendrá que seguir ideando utopías de gobierno abierto y sortear los retos que implican resolver en lo inmediato lo que se años de burocracia han anquilosado.

Y hay mucho que aprender del despertar de esta ciudadanía que resulta interesada en política, que cree en su presidente y que festeja su retorno al espacio de lo público.

La autora es Consejera Electoral en el estado de NuevoLeón y promotora del cambio cultural a través de la Educación Cívica y la Participación Ciudadana.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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