Monterrey

Tengo miedo

Qué fácil les resulta a quienes en su vida han creado una fuente de trabajo directa, amenazar a quienes sí lo han hecho.

¿Se acuerda de aquel video en el que alguien con problemas de copas lo paran en una antialcoholica y se la pasa diciendo que tiene miedo? Yo también tengo miedo. En días pasados Paco Ignacio Taibo II imaginándose el día siguiente de Lopez Obrador como Presidente, amenaza que si lo quieren chantajear lo que debería hacer AMLO sería el expropiar empresas. Más aun, apareció otro video en donde él dice que se mandarían fusilar a los que apoyaron la reforma energética por traidores a la patria.

Ya sin intermediarios, AMLO -antes de ser Presidente aunque en su mente y la de varios más parece que ya lo es- se está peleando con los empresarios tildándolos de ladrones causantes de la desgracia nacional. Más aun, el INE sale a decir que la IP no tiene porque opinar -defenderse diría alguien más- no vaya siendo que influya en el voto. ¿Cómo? ¿Nada más pagar impuestos para mantener tanto a los partidos políticos como al mismo INE y aceptar los palos? Parafraseando a Fox, IP: ¿Pagas y te vas?

Vale la pena reflexionar en que fácil les resulta a quienes en su vida han creado una fuente de trabajo directa, amenazar a quienes sí lo han o hemos hecho. Tener una idea o propósito en que se vaya a solucionar un problema a un cliente; Una idea de producir algo necesario; Pensar en que se crea valor aportando conocimiento o bien que se proporcione sano esparcimiento, no vale nada. Al contrario: hay que perseguir a esos "desgraciados" que osaron tener una visión de negocio.

Tener que dar de alta la empresa, -digo, uno trata de hacer las cosas bien, aunque AMLO y compañía mandan al diablo a "sus" instituciones- es una pérdida de tiempo. Darse de alta en Hacienda, el IMSS, ante el estado para el pago del impuesto sobre nómina (¡Paga por dar trabajo!)… no creo que ni siquiera sepan que las empresas tienen que hacer eso.

Hay que contratar a un contador o un despacho de contadores son tonteras de burgués, por más que sea para pagar impuestos. Además, a los empleados hay que retenerles impuestos sin preguntarles, porque para eso está el pueblo. Me equivoqué: todos los que pagamos impuestos no somos el pueblo y en realidad lo robamos.

¿Si las empresas son tan malas porque los empleados van a trabajar a ellas? Si no están a gusto, los tratan mal o los explotan ¿por qué no ponen sus propios negocios? Ahí está el modelo de la cooperativa por la cual los trabajadores son sus propios patrones.

No aprenden de la historia. El comunismo y sus derivaciones que satanizaron a la empresa y a la propiedad privada, llevaron a la quiebra a países y bloques enteros. Otro país más inteligente se aplicó en la práctica: no importa el color del gato….y ahora es la economía número uno o dos del mundo. No tan lejano como eso: el populismo en México creo caos.

Se quejan de la "ley chayote", y de que en el pasado algún presidente dijo a la prensa que no le pagaba a para que le pegara. Nosotros, los que pagamos impuestos y creamos fuentes de trabajo sí les pagamos a los políticos para que nos peguen aunque ahora será para que nos expropien lo poquito que uno pueda tener o hasta que nos fusilen. Tengo miedo.

El autor es Doctor en Finanzas por la Universidad de Tulane; cuenta con la Maestría en Alta Dirección de Empresas, en el IPADE. Se desempeñó como Director Gen- eral de entidades del área Internacional en Santander Serfin. Es Director del programa OneMBA y tiene su Despacho asociado con Crowe Horwath para proporcionar asesoría en temas de Finanzas Corporativas.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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