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Haya o no rebrote del Covid-19, lo que sí es claro es que hay un "rebrote" de talentos, sueños y de un renovado enfoque en el propósito. Tanto en el ámbito personal como en el de los negocios se redescubren y replantean estos elementos, pilares del crecimiento.
En el ámbito personal, estos meses hemos encontrado talentos que teníamos olvidados o desarrollamos otros que desconocíamos pudiéramos realizar, desde cocinar algún platillo en particular, cortar el cabello a nuestros hijos, escribir un poema, hacer yoga o meditar, entre otros. Esto nos ha llenado de orgullo en ocasiones o de una humilde consciencia de nuestros alcances y limitaciones en otras.
Mientras que, en el mundo de los negocios, también hay un redescubrimiento de talentos, tanto en las capacidades de la organización para adoptar-adaptar procesos que se adecúen al contexto y demandas actuales, como en la identificación del talento de algunos colaboradores cuyas habilidades destacan hoy más que antes. Como, por ejemplo, el descubrir a la/el colaborador con gran capacidad de mantener unido a su equipo en tiempos de crisis a través de un liderazgo empático, o aquel colaborador introvertido que hoy es más productivo trabajando desde casa, entre muchos otros talentos en el o del negocio.
En cuanto al "rebrote de sueños" que hoy observamos, desde el aspecto personal podríamos mencionar el sueño de muchos de poder emprender un negocio propio, el cual es comúnmente un ideal que no se prioriza adecuadamente, y que hoy el Covid-19 brinda la oportunidad y el tiempo para llevarlo a cabo. Otro sueño recurrente en algunos, es el de pasar más tiempo con la familia, y aunque de una forma más obligada que voluntaria, también se ha concedido estos meses. Por otro lado, en las organizaciones, sobre todo en aquellas que están llevando a cabo procesos de innovación, este rebrote de sueños también se ha dado. Algunos de ellos son sueños empolvados y de tiempo atrás, que tal vez en su momento no fueron visualizados como relevantes para el negocio, como el de conquistar el mercado de consumidores finales en un negocio que enfoca sus esfuerzos en el mercado de negocios (o B2B); y algunos otros nuevos sueños que prometen tener futuro en una nueva normalidad, como el de migrar de la tienda física al comercio en línea. Como ejemplo tenemos a las empresas que han actuado con velocidad en la adaptación en estos tiempos de crisis, y decidieron lanzar su tienda en línea o implementar el canal pick & go o para llevar.
Este resurgimiento y en ocasiones cumplimiento de sueños en el contexto actual, ha originado también cambios de visión y comprensión de nuestro rol en la sociedad y en el mundo. Y es aquí donde el concepto de propósito se vuelve relevante. Desde el punto de vista de negocios, toda empresa tiene un propósito. Decía Peter Drucker, considerado el padre de la administración, que el propósito de toda organización es crear un cliente. Y lo es, ya que no existe empresa hasta que se genera su primer intercambio comercial con un cliente. Sin embargo, hoy el concepto de propósito de negocio también se redefine y crece. El propósito es la razón por la que el negocio existe, la fuente inspiradora que motiva el nacimiento de un proyecto y que trasciende en la generación de bienestar común, la lógica intrínseca que conecta y da sentido al día a día de los colaboradores en la búsqueda de impactar positivamente al mundo, el espíritu motor que da sentido a la operación de la organización al buscar construir un mejor futuro.
Sin duda, el rol de un negocio con propósito es lo que más ha resonado en esta época de crisis y disrupción, y el "rebrote" de la preocupación por su impacto en el entorno ha puesto a reflexionar y replantear la estrategia de varias empresas con la idea de mantener una congruencia con el propósito que persiguen o desean perseguir.
Un estudio reciente de Euromonitor sobre la migración y el cambio de enfoque de la sustentabilidad al de la organización con propósito, confirma que el brote del Covid-19 ha demostrado el enorme impacto que las empresas con propósito pueden tener en la sociedad. En los próximos meses, los líderes de empresas enfrentarán una mayor presión para ayudar a construir un futuro más saludable, socialmente inclusivo y más respetuoso con el mundo natural, y en este sentido, el adoptar modelos de negocio que tengan un impacto general positivo será la nueva norma. Este replanteamiento no es sencillo y requiere reflexión profunda hacia el interior de la organización, es un acto de contrición que a su vez demanda visión a futuro, valentía en su replanteamiento y determinación en su cumplimiento.
Desde el punto de vista personal, nos replanteamos lo que valoramos como importante, la definición del concepto de bienestar, y nuestro propósito de vida. Y en algunos de nosotros, estas reflexiones y replanteamientos han provocado cambios de patrones de comportamiento permanentes y redefinición de prioridades en la vida, ahora con una consciencia mejor entendida del impacto del bienestar individual en el bienestar común. Y usted, ¿ya tiene claro su propósito?
La autora es catedrática en la Escuela de Negocios de la Universidad de Monterrey (UDEM) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (CONACYT). Actualmente combina la docencia, con la investigación y la consultoría de negocios.
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