Las empresas del futuro no serán las más grandes ni las más fuertes, sino las que mejor integren talento, tecnología, inteligencia y estrategias en un entorno laboralmente distinto.
Los cambios tecnológicos, sociales, políticos, económicos y medioambientales han obligado a los gobiernos a repensar el modelo económico más adecuado para el bienestar, por lo que hoy todos los actores, tanto públicos como privados, son responsables de la creación de valor en la vida de los colaboradores y en la generación de la prosperidad.
Estos cambios nos deben de interesar, pues nos impactan fuertemente, son cambios necesarios para la vida de las empresas y las personas, nos permiten identificar oportunidades y desafíos.
Nos enfrentamos como industrias a diversos retos que nos invitan y nos obligan a cuestionar nuestros modelos operativos, para asegurar el bienestar de nuestros colaboradores, comunidades y clientes garantizando la continuidad de los negocios y para responder a estos desafíos, es necesario razonar, planificar y resolver problemas, pensando de manera diferente a como lo hacemos, comprender la necesidad de adaptarnos a nuevas circunstancias, haciendo a un lado aquello que no nos está brindando los resultados esperados, de debemos temer al cambio.
En México los cambios en la legislación han impulsado y regulado nuevas modalidades de trabajo (plataformas digitales, teletrabajo, trabajo hibrido), se están discutiendo otros temas de suma relevancia como la reducción de la jornada , lo que inspira la ley es claro, afirmo que todo cambio que beneficie al patrimonio de las colaboradores y sus familias es positivo y se debe apoyar, pero tampoco debemos olvidarnos de quienes generan el empleo, de ahí que surge la gran paradoja “lo que está protegiendo a los colaboradores hoy, pudiera comprometer la fuente de empleo del mañana”
Por ello considero que las nuevas relaciones laborales deben basarse en 3 principios básicos: respeto, transparencia y cooperación.
Hablando de cooperación, las diversas audiencias que formamos parte de un negocio debemos ser creativos y co-crear la nueva cultura laboral de la empresa. El marco regulatorio del que anteriormente señale no debe representar un freno para la empresa, debe ser motor de la creación de empleos y esto será posible sí somos flexibles y abiertos al diálogo. Nuevas ideas y esquemas de contratación y de pago son conceptos que debemos cuestionar con mayor frecuencia, como le he mencionado en diversos foros en los que me toca participar, la estabilidad en empleo en México y en el mundo se está desdibujando, las nuevas generaciones ya no viven para trabajar y hasta ahora las personas siguen siendo el motor de las industrias, por ello la relevancia de la IA, la inteligencia artificial debe venir a eliminar tareas y no trabajos.
Fomentado la cultura del diálogo asegurando que sean escuchadas todas las voces y que se participe en las decisiones clave, hará que el compromiso de las partes se incremente y la confianza que se produzca permitirá anticiparnos a los cambios y aprovecharlos en la búsqueda de la prosperidad y de la productividad.
¿Estamos preparados para el futuro del trabajo?
- Adaptarse no es una opción, es la única opción.
- El riesgo no es la regulación, sino saber anticiparla.
- No hay transformación sin talento y no hay talento sin transformación.
El autor es Subdirector de Relaciones Laborales en Grupo Deacero. Su trayectoria profesional está conformada por más de 20 años en la industria de la construcción y manufactura con expertise en RH y en Relaciones Laborales. Por más de 8 años ha sido Asociado de ERIAC y actualmente es integrante del Comité Laboral ERIAC, es Consejero Directivo de Coparmex N.L. e integrante de la Comisión Laboral de Coparmex.
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