Monterrey

Armando Melgoza: ¿Votar o no votar

No votar por miedo es ceder el futuro del Poder Judicial.

A pocos días de que se lleve a cabo la primera elección de Jueces, Magistrados y Ministros en nuestro país, algunos o muchos no saben que hacer al respecto, toda vez que por un lado se les ha indicado que este proceso es infalible y el sistema judicial cambiara totalmente para “bien”, sin entender realmente cómo funcionaba antes de la reforma y sin que existan muchos elementos que puedan soportar tal aseveración al no existir formas de medir el cambio, más allá de la percepción personal de cada persona; y por el otro se enfrentan a los que consideran que votar sería lo peor que podrían hacer en su vida, una “traición a la patria” dicen, manifestando que con su voto convalidarían la destrucción del poder judicial federal.

Al respecto tenemos que tomar en cuenta que muchos de quienes nos dedicamos a la abogacía no estuvimos y seguimos sin estar de acuerdo con la reforma al poder judicial en la forma que se planteó, por adolecer de estudios que pudieran demostrar, aunque fuera de forma meridiana, que el fin que se dice se persigue podría conseguirse, además de que en el proceso que se esta llevando a cabo se observan deficiencias y falta de claridad en varios puntos; sin embargo, todavía queda una posibilidad, aunque sea pequeña, de que el poder judicial federal no recienta una afectación total y esta es votando tanto por los candidatos que siguen en funciones, es decir aquellos que actualmente desempeñan el cargo por el que se postulan, o por aquelles que fueron seleccionados por el propio poder judicial, lo cual debería darnos cierta certeza de sus cualidades, si es que reconocemos los valores del poder judicial.

Desconocer el valor de los candidatos del poder judicial y no apoyarlos es un acto que no debe de aceptarse si es que realmente se busca defender la autonomía de este poder, el cual entraña un acto claro, contundente y con un fin que se puede materializar en la elección de juzgadores imparciales, que en su caso con el tiempo podrán demostrar su valía.

El silencio y una marcha si bien demostrara una inconformidad la cuales importante, no tendrá tanto valor como un voto a favor de quienes siguen en funciones o de quienes se considera que cuentan con los perfiles más adecuados, recordando que la marcha no esta peleada con el voto por lo que después de uno se puede participar en el otro acto.

Para quienes dicen que votar es convalidar la reforma deben de tomar en cuenta que la reforma no necesita de ninguno de nuestros votos para continuar y que realmente convalidaran dicha reforma el día que los abogados se presenten a litigar ante los nuevos juzgadores o los ciudadanos soliciten que la justicia federal los proteja, salvo que todos aquellos que consideran que votar no tenga ni una mínima posibilidad ni sentido, y entonces empiecen a tomar la justicia por su propia mano, sin hacer caso a ninguna sentencia que se llegue a emitir sea a su favor o en contra sin importar las consecuencias.

Si alguien opta por no votar el 1 de Junio después de haber analizado a la totalidad de los candidatos, que por su jurisdicción le correspondan y concluyen que ninguno de los perfiles es suficiente, claramente podrá tener la certeza de que su decisión estaba respaldada por datos duros que le permitieron llegar a la misma, sin ningún remordimiento de que mañana tenga que hacer uso del poder judicial que se estará reconformando; pero si no se vota por el miedo del que dirán, de las amenazas de personas que no dan mas datos que aseverar que es lo peor que se puede hacer, o peor aún, por pensar que ese nuevo poder judicial es espurio y en consecuencia no debe de tener ningún valor, deberán de aceptar que nunca deberán de presentarse a solicitar la intervención de un juzgador en ningún tipo de asunto legal ya que ese acto sería una traición a la patria como lo han llegado a señalar.

Lo peor que podemos hacer es no actuar por desconocimiento o por miedo, lo mejor que podemos hacer es actuar con conocimiento y análisis de la situación, no solo presente sino futura y no dejar en manos de otros nuestro destino, si las elecciones están amañadas pues no quedara en nosotros el haberlo intentado peleando hasta el último momento, si es que realmente nos interesa nuestro país, nuestras instituciones y en especial la defensa de la división de poderes, ya que el no votar solo demostraría que tenemos un discurso pero que no estamos dispuestos a defenderlo por las vías legales.

El autor es Socio Director del Despacho MFB. Autor del Libro “Procedimientos Aduaneros” y Asesor de Port-Laredo.

Contacto: amelgoza@mfb.com.mx.

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