Monterrey

Sergio Madero: Los desafíos para enfrentar el futuro del trabajo y del talento

Los grandes desafíos que estamos enfrentando, desde nuestro respectivo ámbito de influencia, se caracterizan por grandes transformaciones económicas, demográficas y sociopolíticas, el cambio climático y la transición energética, la erosión de derechos sociales y la disminución de la cohesión social, y a esto se suman una gran diversidad y variedad de fuerzas tecnológicas que están redefiniendo los escenarios laborales, impulsando el diseño de nuevos modelos de organizaciones, nuevas formas de empleo y de relaciones laborales, como lo mencionan algunos especialistas de estos temas.

Para responder a tales desafíos, se puede destacar la necesidad de diseños organizacionales ágiles, ligeros y estratégicos, sistemas con un enfoque hacia la resolución de problemas que permitan la acción individual y colectiva, de manera coordinada, de los involucrados, con la finalidad de abordar desafíos complejos.

Los desafíos más recientes se relacionan con la creciente sofisticación de las tecnologías digitales, la automatización y la inteligencia artificial, el auge de la economía colaborativa y las nuevas formas de conceptualizar y organizar las actividades laborales de la organización (por ejemplo, el trabajo híbrido, el trabajo remoto y desde casa) para enfrentar el futuro del trabajo que ya estamos viviendo en este presente en el que nos encontramos.

También existen otros aspectos que afectan el medio ambiente externo, y que es necesario considerar desde la perspectiva de la gestión del talento en las organizaciones, como la inestabilidad laboral a nivel global, el terrorismo, los ciberataques, la violencia en el lugar de trabajo, la precarización del empleo y la falta de mano de obra, aspectos que obligan a que el área de recursos humanos redefina su rol para generar respuestas congruentes y efectivas a esos grandes desafíos que las organizaciones enfrentan.

Si bien los grandes desafíos a enfrentar tienden a ser de naturaleza global, ahora se percibe la creación o el surgimiento de nuevas alianzas regionales en el mundo para enfocarse a atender necesidades más específicas y muy particulares de cada área geográfica, como el abastecimiento de componentes prioritarios en las diversas cadenas productivas, el fortalecimiento de las economías de ciertos países, la optimización de las operaciones de las empresas y la movilidad del talento, entre otros aspectos, ocasionando cambios prioritarios en la gestión de recursos humanos para el bien de la sociedad, (mediante la conservación de los empleos, el desarrollo de conocimientos y habilidades en los colaboradores, así como implementación de prácticas éticas y justas), y para el bien del medio ambiente, (con estrategias que favorezcan el comportamiento y la concientización de las prácticas sustentables) ya que si no se administran de la mejor manera pudieran llegar a tener efectos potencialmente destructivos y dañinos para la sociedad.

Sugerimos poner especial atención en la gestión de recursos humanos y fomentar prácticas innovadoras (como el enfoque en los resultados con impacto en el desempeño, uso de la tecnología aplicada a los procesos humanos, la gestión de recursos humanos ágil y ética, basada en el bienestar, así como el surgimiento de una gestión de recursos humanos verde con un enfoque responsable, sostenible y de bien común) que generen valor compartido para todos los grupos de interés, logrando con ello aportaciones de impacto para la renovación y el resurgimiento del rol protagónico y estratégico del talento en las organizaciones.

 A partir de estas reflexiones, surgen nuevas necesidades para comprender y priorizar la relevancia de cada uno de los aspectos clave que permitirán prepararnos mejor para el futuro.

Es fundamental que las operaciones empresariales y la gestión del talento incorporen una visión que valore y dimensione su impacto frente a los múltiples desafíos, amenazas e interrupciones que podrían surgir en los próximos años.

En este contexto, proponemos algunas preguntas detonadoras que deben guiar el trabajo conjunto entre la academia, los grupos de investigación y las organizaciones:

  • ¿Qué prácticas de gestión del talento contribuyen a la creación de valor compartido para los distintos grupos de interés?
  • ¿Qué transformaciones son necesarias para avanzar hacia una gestión del talento verdaderamente responsable?
  • ¿De qué manera los sistemas de alto desempeño pueden ayudar tanto a las organizaciones como a sus colaboradores a adaptarse y responder eficazmente ante los grandes desafíos del futuro?

 Por ello, quiero compartir con los lectores de esta columna una reflexión final que surge al escribir estas líneas: es indispensable reconocer la importancia de preparar estratégicamente la gestión de recursos humanos para enfrentar con éxito los grandes desafíos tecnológicos y las crecientes disrupciones sociales.

Sólo así podrá consolidarse como un verdadero motor de resiliencia y crecimiento en un entorno en constante transformación.

El autor es Profesor de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey y Líder del Grupo de Área Temática en Diseño y Cultura Organizacional.

Contacto: smadero@tec.mx

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