Monterrey

Carlos Peña: Mercado de Valores, Valor de Nación

México necesita con urgencia una evolución hacia una economía más transparente, sólida y globalmente competitiva.

En un país donde la informalidad económica sigue representando un gran porcentaje del aparato productivo, promover que más empresas se enlisten y coticen en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) no es solo una decisión financiera, sino un acto de transformación cultural.

México necesita con urgencia una evolución hacia una economía más transparente, sólida y globalmente competitiva. La Bolsa no es un lujo para las grandes corporaciones; es una herramienta subutilizada que puede impulsar el desarrollo económico, democratizar el capital y fortalecer la cultura financiera del país.

Enlistar una empresa en la BMV implica adoptar prácticas de gobernanza más estrictas, generar estados financieros auditados y abrirse al escrutinio público. Para muchas empresas, esto representa un cambio de paradigma: pasar del control familiar o cerrado a un esquema donde la rendición de cuentas y la transparencia son obligatorias. Aunque este proceso puede parecer complejo y costoso al inicio, los beneficios superan ampliamente los retos.

El primer gran beneficio es el acceso al capital. En vez de depender de créditos bancarios con altas tasas de interés o de inversionistas privados que diluyen el control, una empresa cotizando puede financiar su crecimiento mediante la emisión de acciones o deuda bursátil en condiciones más favorables. Esto permite expandirse, innovar y competir a nivel internacional con mayor agilidad.

Además, cotizar en bolsa eleva el perfil de la empresa. Una empresa listada mejora su reputación ante clientes, proveedores y empleados, atrayendo talento y oportunidades de negocio que de otra forma serían inaccesibles.

También se genera un mercado secundario para los accionistas, lo cual facilita la sucesión generacional o la salida estratégica de socios fundadores.

Desde una perspectiva nacional, una bolsa activa y diversa fortalece al país. Impulsa el ahorro interno, canaliza recursos hacia actividades productivas, y ofrece a los ciudadanos comunes opciones para invertir más allá del ahorro tradicional. Fomentar que más empresas mexicanas lleguen a la BMV es apostar por una cultura financiera más madura, donde el ciudadano no solo consume, sino que invierte y participa del crecimiento del país.

Por eso, promover el listado en la Bolsa Mexicana de Valores debe ser una política de Estado. Desde universidades, cámaras empresariales, hasta el propio gobierno deben impulsar una narrativa que deje atrás la desconfianza y abrace el valor de la formalidad, la transparencia y la participación en los mercados.

En una economía que quiere crecer con estabilidad, el mercado de valores no es el destino final, es el camino necesario.

Actualmente Nuevo León tiene una participación del 40% en el enlistado y dominando la muestra con mayor volumen con empresas como FEMSA, CEMEX, ALFA, BANORTE, GRUMA con el 40% de la participación en la muestra de la bolsa mexicana de valores.

Enseñar a invertir desde niños es sembrar ciudadanos que construirán un México con visión y valor.

Carlos Peña

Carlos Peña

Maestría en Administración Financiera, Director General de OPEN, Asesor Financiero, Coach PNL y conferencista.

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