En la última década, el fenómeno influencer ha pasado de ser una curiosidad digital a convertirse en un sector con peso propio dentro de la economía global. Las principales plataformas donde los creadores de contenido generan ingresos son YouTube, Instagram, Facebook y OnlyFans, cada una con sus propios modelos de monetización.
YouTube, por ejemplo, paga a los creadores entre $0.50 y $6 USD por cada mil vistas monetizadas, dependiendo del país, la temática y el engagement del canal. Un canal con 1 millón de suscriptores puede llegar a generar entre $2,000 y $10,000 USD mensuales solo por publicidad, sin contar patrocinios o ventas de productos.
Instagram funciona principalmente por medio de colaboraciones y patrocinios. Según Influencer Marketing Hub, un influencer con 100 mil seguidores puede cobrar entre $500 y $2,000 USD por una publicación patrocinada. Celebridades digitales con más de 1 millón de seguidores superan los $10,000 USD por publicación.
Facebook, a través de su programa de monetización (In-Stream Ads), permite a los creadores obtener ingresos con videos largos. Aunque menos popular que YouTube, algunos creadores logran ingresos mensuales de $1,000 a $5,000 USD si cuentan con una audiencia consolidada.
OnlyFans, por su parte, ha revolucionado el concepto de monetización directa. Creadores pueden generar entre $3,000 y más de $100,000 USD mensuales, dependiendo de la base de suscriptores y del precio de suscripción, que va de $5 a $50 USD mensuales. Según Statista, en 2023 OnlyFans generó más de $5,500 millones de dólares en ingresos brutos.
En México, los ingresos generados por influencers y creadores digitales ya representan aproximadamente el 0.1% del PIB, es decir, cerca de 1,400 millones de dólares anuales, y la cifra sigue creciendo. Esta economía digital impacta el ingreso per cápita de ciertos sectores jóvenes, donde un influencer mediano puede ganar entre 30 mil y 150 mil pesos mensuales, superando con creces el salario promedio nacional (alrededor de 16,000 pesos mensuales).
Las ciudades que más concentran actividad de influencers en México son Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, seguidas por Tijuana y Mérida. A nivel global, los países con mayor generación de ingresos por influencers son Estados Unidos, Brasil, Reino Unido, India y México, debido a su alto consumo digital y juventud poblacional.
En un mundo cada vez más digital, los influencers ya no son solo creadores de contenido: son microempresas que transforman la publicidad, el entretenimiento y la economía informal en ingresos reales, formales y globales.
En la era digital, todos podemos ser escuchados, pero no todos elegimos decir algo que valga la pena. Ser influencer no es solo una fuente de ingreso, es una responsabilidad: la de influir con conciencia, aportar con sentido y recordar que el verdadero valor no está en ser seguido, sino en ser significativo.