Monterrey

Rodolfo Rodríguez: La eficiencia del sistema de pensiones mexicano

¿Qué tan informado estás sobre tu cuenta de ahorro para el retiro? ¿Cómo elegiste tu AFORE? ¿Fue con base en los rendimientos que ofrece?

Diversos estudios sobre el sistema mexicano de pensiones anticipan que los trabajadores que se retiren bajo el régimen vigente desde 1997 recibirán pensiones menores en comparación con quienes lo hagan bajo el esquema anterior de 1973. Para mejorar esta perspectiva, se han implementado diversas reformas estructurales.

En 2019 se introdujeron las SIEFORES generacionales, un cambio diseñado para simplificar la administración del ahorro y fomentar la inversión de largo plazo, con el objetivo de maximizar los rendimientos y mejorar la tasa de reemplazo.

Más recientemente, en 2024, se flexibilizaron las reglas de inversión, permitiendo a las AFORES acceder a instrumentos con mayor potencial de rendimiento, aunque también con mayores niveles de riesgo.

Pero, ¿qué más se puede hacer para fortalecer las pensiones de los trabajadores mexicanos?

Existen dos factores fundamentales que determinan el monto final de una pensión: las contribuciones acumuladas en la cuenta individual y los rendimientos generados por la AFORE sobre esas inversiones.

En cuanto a las contribuciones, ya se han realizado avances importantes mediante reformas a la Ley del SAR, incrementando las aportaciones obligatorias, principalmente las realizadas por los empleadores.

Sin embargo, una vez realizadas dichas aportaciones, corresponde a las AFORES administrar los portafolios de inversión de forma eficiente, y a los trabajadores, elegir aquella AFORE que maximice su rentabilidad. Esto nos lleva a una pregunta crucial: ¿están las AFORES y los trabajadores tomando decisiones eficientes?

Para responderla, se analizaron los traspasos de cuentas entre AFORES. Los datos muestran que, en términos generales, los trabajadores transfieren sus cuentas hacia aquellas AFORES que han reportado mejores rendimientos netos, lo que indica un comportamiento racional y orientado a maximizar beneficios.

No obstante, este patrón no se observa de manera consistente entre los trabajadores de mayor edad, probablemente porque muchos de ellos aún tienen derecho a pensionarse bajo la ley de 1973, por lo que el incentivo de optimizar su cuenta individual es menor.

Por el lado de las AFORES, un análisis estadístico de los rendimientos reportados por la CONSAR revela que, dadas las condiciones de riesgo asumido, las administradoras están generando retornos eficientes, incluso superiores a otras alternativas de inversión disponibles en el mercado.

Este comportamiento es especialmente claro en los portafolios destinados a trabajadores jóvenes, quienes tienen permitido asumir mayores niveles de riesgo y, en consecuencia, acceden a mejores rendimientos.

Este principio financiero —a mayor riesgo, mayor rendimiento— se confirma al analizar el Indicador de Rendimiento Neto (IRN) por SIEFORE generacional. Las SIEFORES de los trabajadores más jóvenes muestran, en general, mejores resultados que aquellas de generaciones cercanas al retiro.

Sin embargo, hay una excepción interesante: la SIEFORE Básica 85-89, la cual ha generado mayores rendimientos que las asignadas a generaciones más jóvenes, a pesar de operar con menor riesgo teórico.

Actualmente existen 10 SIEFORES Básicas, desde la correspondiente a la generación 55-59 hasta la Básica Inicial, dirigida a quienes nacieron después del año 2000.

Sorprendentemente, la SIEFORE 85-89 se posiciona como la de mejor rendimiento promedio entre todas ellas, incluso por encima de las SIEFORES que, por regulación, pueden adoptar estrategias más agresivas.

Esta aparente ineficiencia representa una oportunidad temporal para los trabajadores nacidos después de 1989, quienes podrían considerar transferir sus recursos a la SIEFORE 85-89 y, potencialmente, obtener mayores rendimientos con un menor nivel de riesgo.

No obstante, se espera que esta anomalía se corrija en el corto plazo, ya sea por ajuste en las estrategias de inversión o por movimientos en los traspasos entre AFORES.

En conclusión, la evidencia sugiere que el sistema de pensiones mexicano, en su configuración actual, opera de manera eficiente: las AFORES están generando rendimientos acordes al riesgo asumido y los trabajadores están tomando decisiones informadas para maximizar sus beneficios.

Sin embargo, el verdadero reto para mejorar las pensiones sigue siendo el mismo: elevar las contribuciones para alcanzar tasas de reemplazo más altas, comparables con las que ofrecen sistemas más generosos como el anterior a 1997.

El autor es profesor del Departamento Académico de Contabilidad y Finanzas del Campus Monterrey.

Contacto: rodolfo_rodriguez@tec.mx

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