El peso mexicano sigue su caída libre y en consecuencia la escalada del dólar no se detiene.
En semanas pasadas las buenas cifras de la economía estadounidense presionaron a la moneda mexicana.
Ahora, las malas cifras también lo hicieron; el escenario negativo para la divisa nacional no termina.
El dato de actividad manufacturera en la región de Nueva York se desplomó a su nivel más bajo desde 2009, colocándose en menos 14.9 por ciento durante agosto desde un previo de 3.86 por ciento registrado en julio.
El mal dato activó las coberturas en dólares, a la espera de las minutas de la Fed que se publicarán el próximo miércoles.
La renovada fortaleza del dólar, ahora por la debilidad de su economía, volvió a pegarle a las divisas del mundo emergente, entre ellas el peso mexicano, aunque no en forma exclusiva ya que otras divisas como el real y el rublo también fueron muy castigados ayer lunes.
DECIMOQUINTO MÁXIMO DEL AÑO
El dólar registró su decimoquinto máximo histórico del año en sus cotizaciones interbancaria y de ventanilla, frente al peso.
Las cifras oficiales de cierre del banco central mexicano señalan que la cotización del dólar en el mercado interbancario valor spot (48 horas) terminó en 16.4190 pesos, lo que significó un incremento para el dólar de 35 centavos, o bien 0.21 por ciento.
Las expectativas de mayor debilidad para la divisa nacional ya no son noticia, pero sí marcan el destino esperado para los próximos días en el mercado nacional e internacional, sobre todo conforme se acerca la crucial reunión de la Fed, programada para el 16 y 17 de septiembre próximos.
FACTOR TASAS DE INTERÉS, EN JUEGO
En el mercado el tema de las tasas internas de interés toma relevancia, los operadores y analistas consideran que está convirtiéndose en un factor de ajuste importante debido a las constantes presiones cambiarias en el país.
Las declaraciones del gobernador del Banco de México, la semana pasada, respecto a que Banxico podría mover las tasas incluso antes que la Fed, ya son valoradas en los mercados como una posibilidad nada remota.
Al respecto, el especialista George Lei en su reporte con Bloomberg señalo lo siguiente:
"El Banco de México tendrá que observar de cerca la política monetaria de Estados Unidos para evitar una renovada presión sobre el peso.
Los encargados de formular políticas públicas parecen ser los más preocupados por la velocidad de la depreciación, la cual es disruptiva para la economía mexicana y para la estabilidad financiera".
En días pasados el Gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, advirtió que la institución podría subir tasas antes que la Fed, refiriéndose a la debilidad del peso.
Con la caída de ayer la moneda nacional acumula una depreciación de 11.33 por ciento frente al dólar, solo en agosto la moneda mexicana retrocede 1.82 por ciento.
La tasa de referencia del banco central mexicano se ubica en un mínimo de 3 por ciento; la expectativa se enfoca a un incremento de tasas de referencia por parte de Banxico pero hasta la reunión del 21 de septiembre, después de que la Fed supuestamente subirá su tasa.
Sin embargo, la semana pasada se reportaron divisiones en el tema al interior de Banxico.