Los CEO de México están preocupados, pero los de Estados Unidos están ‘que no se la creen’ y con un optimismo notable sobre la economía por la temporada de resultados trimestrales, incluso cuando persisten las tensiones comerciales y las valoraciones bursátiles parecen excesivas.
Las menciones de “ralentización económica” y sinónimos durante las llamadas de ventas, orientación y resultados seguidas por Bloomberg son las más bajas desde 2007. Esto ocurre a pesar de la interrupción de los datos oficiales de Estados Unidos por el cierre del Gobierno y la mayor incertidumbre política que generó. Y sucede mientras el S&P 500 se encamina a un tercer año de altos retornos, con las acciones tan caras como en su pico tras la pandemia.
Los peores temores de los inversores sobre cómo los aranceles de Donald Trump afectarían al crecimiento global y las ganancias corporativas no se materializaron. Los resultados del tercer trimestre mostraron como las compañías mitigaron el impacto de los gravámenes elevando precios, reduciendo costos y ajustando cadenas de suministro. En todo el mundo, los consumidores se mantuvieron resilientes.
“El sentimiento corporativo sigue mejorando tras la caída arancelaria”, señalaron estrategas de Bank of America liderados por Savita Subramanian. “Las menciones de débil demanda han disminuido durante el último año, aunque permanecen por encima del promedio, mientras que la proporción de empresas que mencionan mejoras vs. empeoramiento ha aumentado”.
Una temporada mejor de lo esperado para Wall Street
El S&P 500 apunta a un crecimiento de ganancias de 14.5 por ciento este trimestre, frente al 7.4 por ciento previsto antes de la temporada, según el rastreador de Bloomberg Intelligence. Más de 81 por ciento de las empresas superaron las estimaciones en sus reportes trimestrales.
Para todo el año, el aumento de las ganancias se estima en 11.4 por ciento, seguido de 11.9 por ciento en 2026 y 13.5 por ciento en 2027. Las acciones tecnológicas y de megacapitalización lideran los avances, impulsadas por la fuerte demanda vinculada con la inteligencia artificial.
Mientras tanto, la cobertura noticiosa reciente refleja parte del optimismo observado en las llamadas de resultados. Las menciones de una ralentización económica en los artículos cayeron en los últimos meses al nivel más bajo desde junio de 2021.
“El tono sobre las perspectivas ha mejorado, con la mayoría de las firmas esperando mayor expansión de márgenes y devoluciones de capital”, consideraron estrategas de Barclays liderados por Magesh Kumar Chandrasekaran.
La falta de datos oficiales de Estados Unidos debido al cierre —ya cerca de resolverse— privó a la Reserva Federal de informes clave para formular su política, mientras los miembros de la Fed emitían comentarios contradictorios sobre la trayectoria de la tasa de interés.
El estancamiento en Washington llevó a poner más atención en los indicadores privados, que han mostrado resultados dispares. Mientras los PMI sobre actividad se mantienen sólidos, las cifras privadas del mercado laboral lucen más débiles.
Las compañías estadounidenses anunciaron en octubre la mayor cantidad de despidos para ese mes en más de dos décadas, según Challenger, Gray & Christmas. En contraste, los datos de ADP Research indicaron una estabilización en las nóminas del sector privado.







