Nadie puede ver el futuro, pero sí las similitudes con el pasado. En un nuevo intento del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por imponer su política comercial, de seguridad y migratoria a México, advirtió la aplicación de un arancel del 30 por ciento a partir del 1 de agosto.
Trump acusó que el gobierno mexicano no hizo lo suficiente para desarticular a los cárteles y detener el flujo de fentanilo hacia su país, motivo por el cual lanzó una nueva ofensiva comercial que se suma a los aranceles sectoriales.
El anuncio del mandatario estadounidense ocurrió este sábado 12 de julio, día en que las bolsas están cerradas. Los inversionistas no pueden realizar ninguna operación de compra o venta ante este nuevo escenario.
Una respuesta inmediata con la que se mide cómo reaccionan los mercados ante decisiones como la de Trump es el tipo de cambio del peso frente al dólar, pero al estar cerradas las bolsas no hay manera de evaluar el impacto del anuncio de inmediato. Sin embargo, no es la primera vez que Trump anuncia la imposición de gravámenes.
¿Cómo reaccionó el peso ante otros anuncios de aranceles?
En los primeros seis meses de la gestión de Donald Trump, el peso se debilitó en varias ocasiones tras el anuncio de aranceles, principalmente aquellos dirigidos a México, como en las industrias automotriz, del acero y del aluminio, entre otras.
Un ejemplo de ello fue la reacción de los mercados asiáticos el lunes 3 de febrero, luego de que Trump impuso un gravamen generalizado del 25 por ciento a los productos mexicanos.
De acuerdo con los registros, ese día el peso se depreció 2.18 por ciento respecto al cierre del viernes 31 de enero y se cotizó en 21.20 unidades por dólar estadounidense.
Sin embargo, tras conversaciones entre altos funcionarios de ambos gobiernos, se llegó a un acuerdo para aplazar la aplicación de los aranceles.
Un mes después, el martes 4 de marzo, ante la ausencia de un anuncio oficial, la bolsa y el peso volvieron a mostrar temor ante la posibilidad de un nuevo gravamen. Ese día, el peso se depreció 0.97 por ciento frente al dólar al inicio de la jornada, y se cotizó en 20.88 pesos.
Pero luego de alcanzar un acuerdo y posponer la aplicación de los aranceles, todo volvió a la “normalidad”.
¿Cuál fue el efecto de los aranceles sectoriales sobre el peso?
La “calma” duró poco, pues el peso resintió el anuncio de un arancel del 25 por ciento a los autos fabricados fuera de Estados Unidos.
El miércoles 26 de marzo, el peso se depreció 0.33 por ciento, o 6.70 centavos, respecto a su cierre anterior, y el tipo de cambio se ubicó en 20.13 unidades por dólar.
Las pérdidas se acumularon durante esa semana, y el viernes 27 del mismo mes el peso volvió a depreciarse, ubicándose en 20.41 unidades por dólar.
El peor día para el peso y muchas otras divisas ocurrió el lunes 7 de abril, cuando el presidente Donald Trump encabezó un evento al que llamó “día de la liberación” y presentó una lista de todos sus socios comerciales a los que impondría un arancel recíproco.
La depreciación del peso mexicano frente al dólar fue de 1.09 por ciento, informó el Banco de México, por lo que el tipo de cambio cerró en 20.68 unidades, 22 centavos más respecto al cierre del viernes 3 de abril.
Estos escenarios demuestran que, mientras no se anuncie un acuerdo comercial o una prórroga en la aplicación de los aranceles, es muy probable que el peso pierda terreno al inicio de las sesiones del lunes 14 de julio, al igual que muchas otras divisas afectadas por medidas arancelarias.