Andrés Manuel López Obrador ama los tamales de chipilín y otros platillos mexicanos. En sus giras por el país dejó toda una ruta de restaurantes con aprobación presidencial, como los burritos de El Paisano en Chihuahua, un puesto de barbacoa en Hidalgo o los platillos de Amor Eterno en Tecamac, aunque la gastronomía tabasqueña siempre se ha robado su corazón.
Varios chefs han cocinado para AMLO, como Gabriela Cámara, Miguel Ángel Gutiérrez Piñal y destaca Ramón Torres, originario de Macuspana, como el exmandatario tabasqueño.
En una entrevista publicada el pasado 9 de septiembre en el pódcast PX Sports, Ramón Torres habló de su paso por la Presidencia de México.
“Es la primera vez, nunca he dado una entrevista sobre esto (…) Fue la experiencia más gratificante que he tenido y he tenido muchas para mis 36 años", relató el exalumno del afamado chef Ricardo Muñoz Zurita.
Así fue cocinar para AMLO: La historia de Ramón Torres en Presidencia
Ramón Torres afirma que por razones de “secrecía” no puede hablar mucho sobre el tema: “conocí al licenciado por equis razón, me invitó a trabajar con él y yo encantado” y explicó que mantuvo un “perfil bajo” por temas de seguridad.
El chef destacó que, fuera del ámbito gastronómico, donde están Muñoz Zurita y otros profesionales, “él (López Obrador) es quien más conoce de comida mexicana. Recorrió todos los municipios del país dos o tres veces, así que sabe mucho de cocina mexicana".

“Siempre hice comida mexicana”, explica el chef tabasqueño, quien quería recuperar el orgullo por la cocina nacionalista, dejar atrás las prácticas de las administraciones anteriores que priorizaban ingredientes importados.
“A diferencia de otras épocas, donde las comidas de Estado eran todo menos mexicanas, cosas como caviar, salmón (...) Antes no había como dar de comer frijoles porque son productos que en el manual protocolario se evitan”, detalló.
El chef subrayó que el presidente tabasqueño “siempre fue muy incisivo en que el tema del nacionalismo prevaleciera, con maíz, productos mexicanos de temporada, cosas sencillas, nada sofisticado, comida rica”.
Torres destaca que preparar alimentos para invitados del presidente fue motivo de orgullo: “Dar de comer cosas mexicanas como mexicano fue una de las cosas de orgullo, de impacto”.
‘Fue como una maestría gastronómica’: los aprendizajes de Torres tras cocinar para AMLO
La experiencia significó para Ramón Torres una etapa de aprendizaje e investigación sin precedentes: “Conocer tantos productos de todo el país. Llegaban maíces, frijoles, arroces, mieles… cosas que no conocía, toda la riqueza gastronómica".
Eso amplió su conocimiento sobre los ingredientes y técnicas de todo México, reafirmando su compromiso con una cocina identitaria, sustentada en la tierra y la memoria.

“Fue como una maestría”, mencionó el chef, “fue enriquecedor para mi carrera, indistintamente de cocinarle a una figura tan importante y querida, el tema del conocimiento adquirido y la madurez de conocer tu cocina”.
Anteriormente, el 1 de diciembre de 2018, Torres publicó una fotografía con López Obrador con un mensaje: “Un gran ser humano, qué orgulloso me siento. Mi presidente Tabasqueño. No está solo”.
¿Quién es Ramón Torres?
Antonio Ramón Torres Morales se ha consolidado como una de las voces más importantes de la cocina mexicana contemporánea. Formado en el Instituto de Estudios Universitarios de Tabasco, descubrió su pasión por la gastronomía a los 15 años, inspirado por la cocina de su abuela, su madre y sus tías, relató en el pódcast. Se especializó en cocina tabasqueña.
Su trayectoria ha sido reconocida con premios como la medalla Ricardo Muñoz Zurita como Joven Investigador de la Cocina Mexicana (2016). Además, fundó el grupo de cocineras tradicionales de Tabasco, promoviendo su participación en festivales nacionales e internacionales.
¿Dónde probar la cocina de Ramón Torres?
Actualmente, Torres lidera proyectos como Sureño Café y Tamaiz, ambos en la Ciudad de México, donde busca ofrecer comida mexicana de calidad a precios accesibles.
Además, fue el curador de la carta del café de Bellas Artes, donde diseñó un menú que fusiona arte y gastronomía con platillos como molotes de plátano, pan de cazón y enchiladas de pipián, a precios accesibles (desayuno desde $150 y comida desde $250).
- Sureño Café: Ometusco 62, Ciudad de México. Abierto todos los días de 8:00 a 16:30 h.
- Tamaiz (Tamalería): servicio a domicilio y próxima apertura en el Centro de la CDMX.
- El Café de Bellas Artes: dentro del Palacio de Bellas Artes, CDMX.







