¿Eres fan de los restaurantes antiguos en la Ciudad de México? Además de lugares como el Café de Tacuba, Prendes o La Ópera Bar, en tu lista no puede faltar la churrería El Moro, un clásico capitalino.
Con 90 años de historia, El Moro ha visto pasar por sus mesas a diferentes personalidades como Cantinflas y Carlos Fuentes; así como a políticos y uno de ellos fue el secretario Marcelo Ebrard, quien se dejó llevar por el dulce aroma del chocolate recién espumado y lo crujiente de los churros con canela y azúcar.
Y es que hay quien dice que ir a la Ciudad de México y no comer en El Moro es como no haber ido, pues además de los postres el restaurante es conocido por sus tortas de carne al pastor, malteadas y por supuesto que por sus ‘consuelitos’.
¿Cuál es la historia de la churrería El Moro?
Aunque El Moro es considerado un restaurante tan mexicano como los nopales, fue abierta por un español: Francisco Iriarte, quien en 1933 dejó su localidad en Elizondo, España, para migrar a México.
Los churros comenzaron como una receta salada china; sin embargo, en España cambiaron los ingredientes y los convirtieron en un postre cubierto de azúcar que nombraron de esa manera, debido a que su forma era similar a la de los cuernos de las ovejas churras, explica Larousse Cocina.
Al llegar a la Ciudad de México, el español notó que el postre crujiente no se vendía en la capital, por lo que se puso manos a la obra y montó su propio negocio, aunque no tenía nada que ver con los restaurantes que se conocen hoy en día.
Todo comenzó en un carrito ambulante con el cual Francisco Iriarte salía a vender al Zócalo de la Ciudad de México, aunque desde el inicio el nombre del negocio fue ‘El Moro’, de acuerdo con el sitio web del restaurante.
“Bautizó su negocio como “El Moro”, en honor a un vendedor de churros de su pueblo natal. Así, logró mantener vivo un recuerdo de su origen”, señalan, su idea fue exitosa y le permitió cambiar el carrito por un local.
La churrería El Moro abrió como un restaurante en 1935 en el número 42 de la entonces Avenida San Juan de Letrán, hoy Eje Central, en donde se sigue brindando servicio.
Eunice, cajera de la primera sucursal de El Moro, explicó que “antes solo se vendían churros y chocolate”, en entrevista con Aquí nos tocó vivir de la periodista Cristina Pacheco.
Aunque Francisco falleció 5 años después de la inauguración de su primera sucursal, sus hermanos José, Santiago e Ignacio, viajaron de España a México para hacerse cargo del negocio, el cual continúa siendo familiar.
Con malteadas y churros: ¿Cómo es la churrería El Moro?
La churrería el Moro tiene más de 15 sucursales en la Ciudad de México; sin embargo, no importa en cuál decidas comer, siempre encontrarás la típica decoración tipo talavera poblana con tonos blancos y azules.
Las mesas, en la mayoría de las sucursales son completamente blancas con sillas que tienen pintadas la mitad de las patas con azul, lo que permite que la decoración de las paredes brille por sí sola.
Además, su estilo es minimalista: no hay nada más en el restaurante que las sillas y mesas. La barra para ordenar también está muy limpia sin nada que obstruya la vista, dándole una sensación muy espaciosa.
La única sucursal que luce muy diferente a las demás es la principal, ya que en su interior, los muros tienen una decoración de loseta en azul con blanco y rojo; además las mesas tienen un acabado de mármol con sillas de madera.
La ocasión en la que el político Marcelo Ebrard fue a comer a El Moro, lo hizo en compañía de Lilian ChapaKoloffon, entonces consejera de INSYDE, en donde además de desayunar, conversó con los colaboradores de la churrería.
“Al llegar al desayuno en Churrería El Moro del Centro con Lilian y María José, quienes me contactaron por Whats, nos acercamos con el personal que lleva varios años trabajando en este delicioso lugar. Me compartieron unas historias maravillosas”, escribió en su momento.
¿Cuánto cuesta comer en El Moro?
Comer en El Moro es tan especial por la dedicación que cada uno de los colaboradores tiene, debido a que Eunice compartió en Aquí nos tocó vivir que tienen una persona dedicada específicamente a la preparación de cada alimento.
“Tenemos churreros, chocolateros, una persona que se encarga de hacer las malteadas, otra para los consuelos”, afirmó; además, el chocolate es espumado de forma manual con los tradicionales molinillos de madera.
Los precios de El Moro van de los 15 pesos por un churro a los 156 pesos por los 12 churros, aunque también hay jarras de sus clásicos chocolates para llevar y paquetes, los cuales alcanzan los 400 pesos. Algunos de sus precios son los siguientes.

Churros
- 1 churro: 15 pesos
- 4 churros: 56 pesos
- 12 churros: 156 pesos
- Moritos (150 gramos): 65 pesos
- 3 consuelitos (sándwiches de churros con fresa, vainilla y chocolate): 85 pesos
Dips
- Cajeta, chocolate, leche condensada, choco avellana o de temporada: 30 pesos
- 3 sabores: 80 pesos
Bebidas
- Chocolate (mexicano, francés con vainilla, especial semi amargo con canela, de agua o español): 80 pesos el regular y 85 pesos el grande
- Café americano: 55 pesos el grande
- Café lechero: 65 pesos el grande
- Café de olla: 60 pesos el grande
- Aguas frescas (horchata o jamaica): 40 pesos la grande
- Malteadas (chocolate, vainilla o fresa): 105 pesos la grande.
Tortas
- Tortas (de pastor o pierna): 120 pesos
El cheque por comer en El Moro dependerá completamente de lo que desees ordenar, debido a que si pides una orden de cuatro churros, con un chocolate grande más un dip, el precio es de 171 pesos, pero si añades una torta de pastor el costo se eleva hasta 191 pesos.
Actualmente, El Moro cuenta con 17 sucursales en la Ciudad de México, pero si deseas visitar la tienda original deberás dirigirte a Eje Central Lázaro Cárdenas 42, Centro Histórico de la Ciudad de México, colonia Centro, alcaldía Cuauhtémoc.