Food and Drink

La historia de Eugenio Baeza, el mexicano que creó un imperio en alimentos con un crédito de Carlos Slim

Eugenio Baeza Fares, fundador de Grupo Bafar, transformó una crisis en oportunidad y, con un préstamo de Inbursa, de Carlos Slim, trajo a México marcas como Parma, Sabori y Burr.

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Eugenio Baeza Feras consolidó su imperio en la industria de los alimentos con ayuda de Carlos Slim. (Fotoarte: El Financiero | Crédito: Shutterstock/Bloomberg / Grupo Bafar)

Grupo Bafar, una empresa familiar, fundada en momentos de crisis, vio una oportunidad de reinventarse o morir. Esa apuesta la llevó a negociar con compañías nacionales e internacionales gracias a la ayuda de uno de los empresarios más importantes de México: Carlos Slim.

El responsable del éxito de Grupo Bafar es Eugenio Baeza Fares, fundador y actual presidente y director general del conglomerado del sector alimenticio con ingresos multimillonarios al año.

¿Quién es Eugenio Baeza Fares?

Se trata de un empresario de ascendencia mexicano-jordana, proveniente de una familia dedicada al sector agropecuario. Desde pequeño, Eugenio Baeza Fares pasó gran parte de su tiempo en el rancho familiar, donde aprendió sobre el negocio.

En el ámbito académico, cursó la licenciatura en Administración de Empresas y Economía en la Universidad Estatal de Nuevo México, en Las Cruces. Además, cuenta con un posgrado en Alta Dirección de Empresas en la Universidad de Harvard.

Tras graduarse de la licenciatura, Baeza Fares regresó a México en 1983 para fundar Grupo Bafar, sin prever el escenario adverso que enfrentaría durante los primeros años de la compañía.

Crisis de Grupo Bafar forjó la visión empresarial de Eugenio Baeza

Durante la crisis de finales de los años 80, Grupo Bafar atravesó un momento decisivo. Fue un punto de inflexión que transformó el negocio agropecuario tradicional en una operación industrial sofisticada.


La familia Baeza comprendió que la supervivencia dependía de agregar valor a sus productos, por lo que pasaron de vender carne en bruto a producir alimentos procesados con marca propia, relató Baeza en el pódcast Cracks de Oso Trava.

Mediante una planeación estratégica y la reinversión, comenzaron a industrializar las proteínas cárnicas para convertirlas en jamones, tocinos, salchichas y otros productos que luego ofrecieron a vendedores.

En la década de los 90, Baeza Fares impulsó una estrategia de crecimiento agresiva. En 1996 hizo pública a Grupo Bafar en la Bolsa Mexicana de Valores con el fin de obtener el capital necesario para financiar su expansión.

Dos años después adquirió la empresa Carnes Bif y sus 31 establecimientos, con la visión de llegar directamente a los consumidores mediante una infraestructura que le permitiera competir en el mercado al menudeo.

En 1999 firmó un contrato para comprar las marcas, activos y acciones de Grupo Burr, lo que consolidó la posición de Grupo Bafar en el mercado de carnes procesadas. Esa operación; sin embargo, fue apenas la preparación para un salto mayor.

La negociación con Nestlé y la ‘participación’ de Carlos Slim

La visión empresarial de Eugenio Baeza Fares continuó y, para el año 2000, mantenía negociaciones con la multinacional Nestlé, interesada en vender las marcas Parma, Sábori y Campestre.

La negociación se complicó tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. Además, dentro de Nestlé existía resistencia a la venta. De manera simultánea, Sigma Alimentos mostraba interés en adquirir esas mismas marcas.

Ante ello, Baeza decidió reunirse directamente con ejecutivos de la compañía. Luego de una cena, pactó la compra en 20 millones de dólares.

Para concretar la operación, Eugenio Baeza Fares recurrió a un préstamo del empresario Carlos Slim. A través del banco Inbursa obtuvo un crédito que le permitió cerrar la transacción y consolidar el imperio que hasta la fecha opera.

“Me fui a Suiza y pedí una junta con un señor que se apellidaba Mr. Ching, era el de Mergers and Acquisitions de Nestlé (...) Al final de cuentas, me dijo que sí, que me la vendía en 20-21 (millones) creo y me dijo, ‘tienes que pagarlo en esta semana’“, relató el empresario en el pódcast.

Tras la reunión con el directivo de Nestlé, Eugenio Baeza Fares buscó cómo pagar la compra. “Yo había conocido al ingeniero Slim en la colocación de la Bolsa (...) le digo: ‘fíjate que acabo de comprar Parma y necesito el dinero’ y entonces Inbursa me lo depositó. Hasta que regresé de Suiza, vine a firmarle los pagarés, entonces, pues estoy muy agradecido con los señores Slim“, contó.

La operación representó la adquisición de infraestructura sofisticada que permitió procesar 15 mil 800 toneladas anuales de producción de carne e incrementar el número de empleos en la planta.

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