Food and Drink

Un sorbito al pasado: Cafés de chinos en la CDMX que debes conocer

Los cafés de chinos ofrecen sabores del pasado de la CDMX, un tradicional café con leche, pan dulce y mezclas de sabores que nos llevan a la primera mitad del siglo XX. Te contamos dónde los encuentras.

A la mesa llegan dos jarras metálicas, una con concentrado de café, otra con leche caliente, primero cae en el vaso de cristal ese líquido oscuro y un poco espeso con la dosis de cafeína precisa; enseguida, la leche hirviendo, que mezcla todo en una marea espumosa. No tarda en arribar también una charola de tentaciones, con cubiletes de queso, bísquets, panqués y otros tantos panes tradicionales con las recetas de los cafés de chinos.

En las profundidades de aquel vaso de cristal se asoma una bebida que ha curado los desvelos a varias generaciones de chilangos, su sabor sobrevive como una memoria de las migraciones y la diversidad cultural, es un sorbito al pasado de la Ciudad de México.

En los cafés de chinos se venden algunos platillos de la diversidad gastronómica oriental, como chop suey y el chow fan, aunque predominan todo tipo de sabores mexicanos, como huevos, antojitos, enchiladas, chilaquiles, y comidas corridas.

Cien años de café con leche

De acuerdo con el Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana, estos establecimientos se hicieron famosos por su peculiar café con leche y pan dulce, “en la mayoría de ellos se sigue elaborando el pan de dulce con las técnicas antiguas que sabían los inmigrantes chinos que llegaron al país durante la primera mitad del siglo XX”.

No se trata de pan tradicional chino, según una investigación de la historiadora Lorena Barrios Díaz, el “pan de chinos” que conocemos es repostería europea que los chinos aprendieron (y adaptaron) de los franceses. El resultado es único.

Desde finales del siglo XIX habían empezado a llegar a América personas chinas para trabajar en las haciendas henequeneras de Yucatán y en campamentos ferrocarrileros, donde, según el cronista Salvador Novo, quienes eran empleados como cocineros preparaban esos famosos bísquets.

En Historia gastronómica de la Ciudad de México, Novo detalla que pronto establecieron fondas en las estaciones del tren donde servían alimentos usuales de los pullman (vagones del tren), como huevos con jamón, hot cakes, bísquets y café aguado, luego incorporaron huevos revueltos o rancheros, bistec y frijoles.

De acuerdo con Lorena Barrios Díaz, desde Estados Unidos llegaron a México personas chinas para establecerse en estados del norte (Coahuila, Sonora, Chihuahua Nuevo León, Sinaloa y Tamaulipas); durante la Revolución Mexicana sucedió una grave la masacre por odio racial hacia personas chinas en la ciudad de Torreón, en 1911, después de ello “se logró establecer cierto nivel de paz en el país que permitió prosperar a una gran cantidad de negocios fundados por gente originaria de China”.

Las comunidades chinas abrieron cafés en los barrios de la Ciudad de México, con panes distintos a los conocidos: “los exhibían tentadores en el pequeño escaparate que reducía la puerta de entrada al café... En las mesas había manteles de hule y servilletas de papel, claro que de papel de china. Y en la pared, un calendario: una hermosa china con abanico, rodeada por signos ininteligibles”, escribe Novo.

Eran muy socorridos en hace cerca de cien años, pues eran muy económicos, ideales para estudiantes. Aunque muchos de estos sitios han desaparecido de la capital, aún podemos encontrar algunos en los que la tradición sobrevive.

La Nacional

El primer integrante de la familia Chao llegó a Tampico desde Cantón en 1918, con el tiempo probó suerte en la capital, donde consiguió el traspaso de un café en la calle de Rosales, La Nacional, desde entonces se ha consagrado como uno de los lugares clásicos para probar esos sabores de antaño.

El establecimiento tomó el nombre del Edificio La Nacional, el cual se encuentra a unos cuantos pasos. Durante varias décadas han elaborado artesanalmente ese pan calientito que sale cada mañana de sus hornos, hay de todo, entre su variedad destacan los cubiletes de queso y los taquitos de piña.

Además de su café con leche, hay platillos de huevo (a la mexicana, rancheros, divorciados, con jamón, tocino, omelette o con machaca), frijoles, molletes, sándwiches y tortas, enchiladas, chilaquiles, sopas, arroz al vapor, bistec con papas, hamburguesas, pollo (frito, a la mexicana, con mole, pechuga rellena y más) y pescado.

Entre sus platos orientales, sirven chop suey (vegetariano, de pollo, res, cerdo, pescado, camarones o mixto) y chau fan (arroz frito con pollo, camarones o mixto).

El Popular

El Popular fue fundado en la Avenida Cinco de Mayo por Luis Engfui en 1948, según Lorena Barrios, a lo largo de varias décadas en este lugar se ha generado un sentimiento de familiaridad entre los comensales y el edificio permanece casi intacto desde hace más de cien años.

Abre 24 horas todo el año, la investigadora describe que esto podría deberse a que en la década de los 50 ahí se encontraba una estación de camiones donde llegaban personas de otros estados a todas horas.

Hay un platillo para cada momento del día, desde desayunos sencillos con molletes o fruta, huevos estrellados, revueltos, en omelette oaxaqueño (quesillo), tamales, ensaladas, antojitos (quesadillas, tacos dorados, enchiladas, chilaquiles, tostadas), hamburguesas, sopas y caldos (tlalpeño, de cebolla, consomé, sopa de ajo), especialidades con chorizo, cecina, arrachera o pierna de cerdo. No falta el café con leche y el pan dulce.

Café Restaurante Lucky

Por muchos años, este lugar ha mantenido sus sabores en Santa María la Ribera, desde un café con pan, paquetes de comida china y mexicana, hasta platillos a la carta.

Hay sopas de verdura con pollo, tallarín con chasui, mandarín, won ton; arroz frito al vapor o con pollo, res o pescado, chop suey, especialidades con res, mariscos, pollo y verduras.

También una amplia variedad de comida mexicana: tortas, huevos, bistec con papas, sándwiches, sopas, chilaquiles, frijoles y ensaladas.

Café Kowlaan

En el famoso corredor gastronómico de Tacubaya, donde encuentras variedad de platillos orientales, desde 1991 destacan los sabores del Kowlaan.

Cuentan con un inmenso menú que, como es tradición, arrancha en los huevitos (hay 15 opciones), pasa por antojitos como enchiladas, tacos dorados, sopes y huaraches; sándwiches, tortas, molletes y bísquets con jamón.

Luego por variedad de carnes como arrachera, tampiqueña, costilla y fajitas; pollo en casi 20 presentaciones, ensaladas y sopas, hasta llegar a los “auténticos platillos orientales”.

Hay aproximadamente 70 opciones de China, desde rollitos primavera, fideos, chau fan, chop suey, especialidades de pato al horno o mandarín, pollo a la piña, naranja o al limón, o chau mein (pasta).

El café con leche es el imperdible en este lugar, para cerrar con ese pan dulce.


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