Detrás del asesinato de Bernardo Bravo, líder de la asociación de limoneros en Apatzingán, Michoacán, estaría un grupo criminal, llamado Los Blancos de Troya, mismo que estaría relacionado con extorsiones y violencia contra productores de limón en la entidad.
Autoridades de Michoacán informaron la detención de Rigoberto ‘N’, conocido como ‘El Pantano’, quien sería el autor intelectual del asesinato de Bernardo Bravo, quien fue hallado con señales de tortura en la carretera Apatzingán-Presa del Rosario, cerca de Tierra Caliente.
‘El Pantano’ estaría ligado con Los Blancos de Troya, grupo criminal aliado de Los Viagras, que opera en Michoacán y Guerrero.
Cabe señalar que ‘El Pantano’ no sería el primero de Los Blancos de Troya relacionados con extorsiones y violencia contra limoneros en Michoacán, ya que en febrero pasado Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, anunció la detención del líder de la organización criminal, Gerardo ‘N’, también relacionado con la extorsión a productores.
A medida que el crimen organizado se infiltra en la economía local, los productores se ven obligados a lidiar con un entorno hostil y peligroso, y Bernardo Bravo incluso promovía la movilización de los trabajadores para evitar extorsiones y precios injustos.
¿Quiénes son Los Blancos de Troya?
Los Blancos de Troya es un grupo criminal que opera en la región de Tierra Caliente, Michoacán. Este grupo ha ganado notoriedad por sus actividades delictivas que incluyen extorsión, secuestro y homicidio, específicamente dirigidas contra productores de limón y aguacate.
En este contexto, el liderazgo de Los Blancos de Troya ha estado asociado con figuras como Gerardo ‘N’, apodado ‘La Silla’, y César Arellano Sepúlveda, conocido como ‘El Botox’.
De acuerdo con Quadratín el grupo criminal tiene un modus operandi en el que privan de la libertad a sus víctimas y posteriormente las matan, esto a través de encuentros que finalmente son engaños para asesinar.
En el caso del asesinato de Bernardo Bravo, la información indica que habría acudido solo a una reunión fuera de Morelia. En una primera instancia salió acompañado; sin embargo, la persona con la que iba lo dejó solo en otro vehículo y terminó siendo víctima de privación de la libertad, tortura y su posterior asesinato, aunque se desconoce el motivo de la reunión a la que acudía y con quién supuestamente era.
La captura de ‘La Silla’ y ‘El Botox’, y el golpe a Los Blancos de Troya
En meses pasados, las autoridades han capturado a Gerardo ‘N’, líder de Los Blancos de Troya, y Joana ‘S’, vinculada a él y a su padre ‘El Botox’.
Ambos fueron arrestados en Apatzingán durante un operativo conjunto entre la Fiscalía General de la República y fuerzas de seguridad. Se les acusa de estar involucrados en delitos como la portación de armas y tráfico de drogas, así como en la extorsión de limoneros.
La violencia contra limoneros en Michoacán y el caso de Bernardo Bravo Manríquez
La situación en Apatzingán se ha deteriorado, con el asesinato de líderes agrícolas como Bernardo Bravo Manríquez, presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán.
Su muerte ha sido atribuida a la violencia generada por grupos como Los Blancos de Troya y Los Viagras. Bravo había denunciado las extorsiones que enfrentaban los limoneros, y su asesinato ha conmocionado a la comunidad local.
La violencia y extorsión han tenido un impacto significativo en la producción de limón y aguacate en Michoacán. Los agricultores se han visto obligados a pagar cuotas a los grupos criminales, lo que ha elevado el costo de producción y ha llevado a un aumento en los precios del limón.
Actualmente, el precio del kilo de limón ha pasado de 20 a 50 pesos en algunas regiones de la Ciudad de México, lo que refleja la crisis en el sector.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades para combatir la extorsión y la violencia en la región, la situación sigue siendo crítica. El gobierno de Michoacán ha sido criticado por su falta de acción efectiva y por ser "permisivo con la delincuencia organizada“.
Los agricultores han expresado su descontento y desconfianza en las medidas de seguridad implementadas, ya que sienten que no son suficientes para proteger sus vidas y sus negocios.