Debido a diversos hechos de violencia que se han registrado en Baja California Sur, el Consulado de Estados Unidos (EU) emitió una alerta de seguridad para los municipios de La Paz y Los Cabos, esto con el objetivo de recomendar a los ciudadanos estadounidenses estar atentos a cualquier señal de riesgo.
El Gobierno de Estados Unidos hizo hincapié en actos de violencia que se han reportado específicamente entre el 22 y 25 de abril.
Partió de dos asesinatos registrados el 22 de abril, el primero de ellos en la comunidad de Guerrero Negro cuando un subteniente de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) fue ultimado a disparos por un comando armado, esto mientras realizaba actividades como un civil.
El segundo caso reportado ese día se registró en la ciudad de La Paz, cuando el comandante de la Unidad de Narcóticos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), Ulises Omar Cota Montaño, fue asesinado por un comando armado en la colonia Camino Real.
El 24 de abril la ciudad de Cabo San Lucas documentó el atentado contra unidades del transporte tres camiones fueron incendiados por civiles según confirmaron autoridades de la Mesa de Seguridad del Estado, situación que provocó la parálisis de este servicio público en el principal destino turístico de Baja California Sur.
Para la madrugada del 25 de abril se reportó un enfrentamiento a disparos entre corporaciones de seguridad y una célula criminal en colonias de Cabo San Lucas, en un operativo que culminó con la detención de cuatro civiles y un elemento lesionado.
Todos estos acontecimientos bastaron que para que el Gobierno de EU girara hoy una alerta de seguridad para recomendar a sus ciudadanos, que estén en La Paz y Los Cabos, estar atentos y seguir instrucciones de las autoridades locales.
Sumando que también se han reportado amenazas contra mandos de las corporaciones de seguridad, el Consulado del país vecino espera un aumento de operativos, restricciones en servicio público y otras estrategias para mitigar la problemática de violencia.
Por ello, el gobierno estadounidense pidió a sus ciudadanos evitar multitudes, prestar atención al entorno y abandonar cualquier espacio cuando se perciba una perturbación en el ambiente social, así como mantenerse en contacto con amigos y familiares.