Daniela Castro, actriz de Cautiva por amor, fue brutalmente golpeada y dispararon contra ella en un intento de secuestro en los años 90 que le dejó secuelas físicas con las que aún batalla hasta ahora.
Durante una entrevista con el presentador Yordi Rosado, habló sobre este y varios temas, incluyendo una respuesta a Ana María Alvardo tras señalarla de ser bully. Te contamos todos los detalles de este duro suceso en la historia de la actriz.
¿Qué le pasó a Daniela Castro?
En la época en que rodaba la telenovela Cañaveral de Pasiones, Daniela Castro, fue golpeada y le quedaron secuelas severas en el cuello y la columna, de modo que necesita ser intervenida hoy en día.
“Me metieron una tranquiza tal que traigo un problema muy fuerte en la lumbar cuatro y en la lumbar cinco. El disco ya está completamente deshecho. Me van a tener que meter una placa con una prótesis de titanio con un cartílago... Y en el cuello, tengo tres hernias”, explica.
Los criminales, relata, no estaban interesados en sus pertenencias, pues asegura que les sugirió que se llevaran su automóvil sin hacerle daño. Esto no funcionó, pues le dijeron que iban directo por ella.
“Me encañonaron. No se llevaron ni el coche. Muy chistoso, estábamos ahí en Pabellón en Altavista, y me encañona con la pistola, yo les decía: ‘llévate el coche, llévate... no te quiero a ti‘, me dijo".
Según explica, pidió al delincuente que dejara de amenazarla porque la ponía nerviosa, a lo cual accedió: “Baja la pistola y me le zafo. Y me empieza a corretear alrededor de un coche... la gente (aplaude) ‘¡bravo, bravo!’. Pensaron que estaba grabando porque iba vestida de Cañaveral”, pues se encontraba en su hora de comida, y se fue “ya vestida” por comodidad, explica.
En el proceso, explica, le dispararon pero no salió nadie herido. Tras esto, fue alcanzada por un par de hombres y nuevamente violentada: “Me agarró, me pescó, me azotó en el piso y me metió una patiza. Y sí, son esas consecuencias, porque yo nunca me he pegado”.
Tras esto, se acercaba un coche a gran velocidad con dos sujetos; los delincuentes la tenían preparada para llevársela y le hacían señasl al vehículo, ante lo que pensó: “A mí me matan, pero a mí no me trepan aquí”, y logró volverse a liberar de ellos.
“No me preguntes cómo, Yordi, porque ni yo me acuerdo”, relata. “Me meto entre dos coches, me voy a la derecha, me voy corriendo. Y yo nada más siento un peso encima de mí. Alguien que se cayó encima de mí. Alguien me protegió”.
La actriz no sabe qué ocurrió después pero fue rescatada y despertó en la cama de un hospital: “Tres dedos rotos. (En) los brazos eran moretones como berenjenas”.
Aunque lo que hizo fue peligroso, la actriz reflexiona: “Más temerario era treparme a ese coche donde yo sabía que me iban a violar, que a lo mejor me mataban, me secuestraban, pedían rescate… digo, no sé. Y no sabías a dónde iba a llegar".
Tras despertar, la actriz recuerda a su padre entrando; estuvo tres días hospitalizada y posteriormente recibió una llamada de quien se convertiría en su esposo, Gustavo.
