Derribar el hangar presidencial del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), como lo sugirió Javier Jiménez Espriú, próximo secretario de Comunicaciones y Transportes, no resolvería el problema de saturación del AICM e implicaría la pérdida de una posición estratégica para la seguridad nacional, opinaron expertos.
"No se podrían ampliar demasiado las operaciones del AICM si se quita el hangar presidencial, podría haber otras posiciones para la comodidad de los pasajeros, pero estamos hablando de lo mismo, por más mantenimiento no se puede hacer mucho", aseveró Rodrigo Pérez-Alonso, director general de la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero).
Agregó que quitar el hangar presidencial no alteraría la capacidad de operación de las aerolíneas, pues son las pistas y posiciones en ellas las que permiten aumentar los aterrizajes y despegues, conocidos como 'slots'.
Por ello, sostuvo que derrumbar el edificio de mil millones de pesos, que se construyó para el avión presidencial, no ayudaría en mucho.
En días pasados, el próximo titular de la SCT, Javier Jiménez Espriú, aseguró que el gobierno electo analizaría quitar el hangar presidencial. "A lo mejor quitamos el hangar presidencial. Si ya no va a haber avión, ¿para qué lo queremos?", declaró.
Durante la campaña presidencial, el mandatario electo, Andrés Manuel López Obrador, prometió vender el 'José María Morelos y Pavón', nombre del avión presidencial.
Con 61 operaciones por hora, el aeropuerto capitalino conocido como AICM presenta saturación desde hace cuatro años.
Por su parte, Rogelio Rodríguez, experto en derecho aeronáutico, señaló que la operación del hangar presidencial es estratégica para la fuerza aérea mexicana y su retiro pondría en entredicho la seguridad nacional.
"Eliminar el hangar supondría un problema de seguridad nacional, cancelaremos la posibilidad de tener una posición estratégica, en donde para realizar sus delicados trabajos la fuerza aérea tuviera que partir de Toluca, Santa Lucía o Atizapán", agregó el abogado.