El pasado 9 de abril, la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, advirtió que México registra cifras de muertes violentas similares a las de países que se encuentran en guerra.
En este entorno, entre 2010 y 2018 el valor de mercado de la seguridad privada pasó de 140 mil 540 millones de pesos a 367 mil 409 millones de pesos, lo que significó un crecimiento promedio anual de 13.2 por ciento en los últimos ocho años y un alza acumulada de 161 por ciento, según estadísticas del Consejo Nacional de Seguridad Privada (CNSP). Con esta cifra este sector pasó de representar 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a 1.5 por ciento, en los últimos ocho años.
"La seguridad privada es un negocio que creció por tres factores: la menor disponibilidad de seguridad pública por el crecimiento poblacional, el desarrollo de negocios que requieren más custodios y la necesidad de mayor protección ante la desconfianza a las autoridades", destacó en entrevista Raúl Sapién Santos, presidente del Consejo Nacional de Seguridad Privada (CNSP).
En México existen alrededor de 6 mil empresas que prestan servicios de protección y resguardo, sin embargo, solo 3 mil cuentan con un permiso federal o estatal para realizar estas labores. Entre ellas destacan firmas como EULEN, Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial, Grupo Nobus, Inalarm, Vector Time System y Grupo Cios.
En 2018, información del Inegi detalló que 73.7 por ciento de los mexicanos se sienten inseguros en las calles por las que transitan, un dato que supera el 67.7 por ciento que tenía la misma percepción en 2015.
Alejandro Desfassiaux, presidente de Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial, aseguró que la inseguridad genera un alto impacto económico, con un costo aproximado del 4 por ciento del PIB nacional.
"Es necesario la participación de toda la ciudadanía y de todos los actores clave del nuevo gobierno, pues México requiere hoy más que nunca de la construcción de una ruta más viable y segura hacia la prosperidad económica y al resurgimiento social de la nación", dijo el empresario.
Gabriel Hernández, presidente de la Comisión Ejecutiva del Consejo Nacional de la Industria del Blindaje (CNIB), también destacó el crecimiento en la demanda de productos blindados, no solo en automóviles.
"Es lamentable la situación que como país vivimos en inseguridad, donde todos estamos expuestos, por ello cada vez más personas voltean a ver las diversas soluciones que el mercado ofrece" dijo.
Agregó que en 2018 el blindaje automotriz creció 12 por ciento, el corporal 15, el arquitectónico 35 por ciento, mientras que la fabricación y comercialización de productos de blindaje registró un aumento de 70 por ciento.
Sin embargo, uno de los retos más importantes en este negocio, es la rotación de personal. "Existen factores desde económicos como sociales que hacen de la rotación de personal un problema en el sector (...) Soy consultor de algunas empresas y entiendo que la rotación se ubica entre 12 y 23 por ciento, dependiendo de la empresa y el sector donde labora", refirió el presidente de CNSP.
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