Por primera vez en la historia reciente, los jóvenes mexicanos han cambiado radicalmente la manera en que se relacionan con el alcohol, provocando una sorprendente desaceleración en el consumo de este tipo de bebidas y el ascenso de bebidas con menor contenido calórico y alcohólico.
“Hoy el consumidor mexicano es más consciente, está más preocupado por tener una vida más larga y con bienestar, así como también por evitar comportamientos de alto riesgo, como puede ser fumar, beber o exponerse al sol. Al mismo tiempo la industria busca atraer a generaciones jóvenes quienes están más abiertos a probar nuevas experiencias”, explicó Raquel Jiménez Padilla, líder de Customer Success de NielsenIQ (NIQ) a El Financiero.
A esto se suma el ingenio de las cerveceras como Heineken y Grupo Modelo —que cuenta con Bud Light, Michelob Ultra, Coronita Light, Corona Ligera, Corona Cero, Bush Light y Victoria Ligera—.
Modelo se impuso la meta de que al menos 20 por ciento de su volumen mundial de cervezas para finales de 2025 sea de Cero Alcohol y de baja graduación.
Además de buscar reducir en 10 por ciento el consumo nocivo del alcohol en Estados Unidos, China, Bélgica, Brasil, Argentina y México, como parte de un programa piloto.
“Informes sectoriales han destacado que las variantes sin alcohol de las carteras de los grandes jugadores crecen a un ritmo hasta 15 veces superior al de sus contrapartes alcohólicas. Esto subraya la rentabilidad y el enfoque estratégico que las corporaciones están asignando a este segmento”, detalló Óscar Balcázar, CEO de Serta Intelligence Partner.
Añadió que estas bebidas ya figuran en un 2.3 por ciento del total de ocasiones de consumo de cerveza.
“Datos de la industria señalan que aproximadamente el 70 por ciento de los compradores de esta categoría también consume cerveza con alcohol. Esto define un perfil de ‘consumidor flex’ o ‘moderador’, que no busca la abstinencia total, sino la gestión inteligente de su consumo de alcohol”, detalló Balcázar.
Mientras la categoría de cervezas en México crece a un ritmo de 3.7 por ciento, el segmento de cervezas sin alcohol tiene sube a ritmos de 15.9 por ciento y llega al 6.5 por ciento de los hogares, de acuerdo con NielsenIQ.
“Las tiendas de autoservicio cobran relevancia en el mundo de las categorías sin alcohol porque es una es algo mucho más planeado, no necesariamente es para consumo al momento”, precisó la líder de Customer Success de NielsenIQ (NIQ).

Heineken señaló que su marca de cerveza Heineken 0.0 reportó un aumento de 14 por ciento en el primer semestre del año pasado. Actualmente, las bebidas 0 representan 4 por ciento del portafolio de la empresa.
“Para muchos, el alcohol ya no es la norma en situaciones sociales: estamos observando una transición hacia un consumo más consciente”, refirió Charles Spence, profesor de Psicología Experimental en la Universidad de Oxford, quien realizó un estudio en conjunto con Heineken.
Heineken agregó que “como líder mundial en la categoría de bebidas con bajo contenido de alcohol y sin alcohol durante casi una década”, la empresa se encuentra en una posición privilegiada para predecir y responder a las necesidades del consumidor.
“Nuestras investigaciones demuestran que la aceptación de la cerveza 0.0 está en su punto más alto (...) De cara a 2025, nuestra ambición es garantizar que las opciones sin alcohol estén disponibles para una marca estratégica en mercados clave que abarcan el 90 por ciento de nuestro negocio”, dijo Joanna Price, directora de asuntos corporativos de Heineken en un comunicado a principios de este año.
Por su parte, en cuanto a niveles socioeconómicos, el nivel alto, pone en sus preferencias el consumo de estas bebidas “Cero”, aunque el experto aclaró que esto no significa que la cerveza sin alcohol solo la consuma este segmento social, “para nada, la consumen todos los niveles”, consideró el CEO de Serta Intelligence Partner.
Pero el consumo de estos productos se centra en las generaciones Millennial y Z, ya que estos grupos demográficos exhiben una mayor propensión hacia el bienestar, el autocuidado y el consumo consciente (mindful drinking), abundó Serta Intelligence Partner.
Lo anterior debido a que sus decisiones de compra están influenciadas por factores como el control calórico, la productividad y la necesidad de permanecer alerta en situaciones sociales o profesionales.
De hecho, el producto ha salido del ámbito puramente social para integrarse en ocasiones como el consumo diurno como almuerzos de trabajo, pausas entre actividades; contextos de bienestar como post-ejercicio, momentos de relajación sin efectos secundarios; así como eventos funcionales, tipo reuniones donde la conducción o la concentración son necesarias.
Más allá de las “cervezas Cero”, en México los “Coolers” sin alcohol también presentan un crecimiento de 120 por ciento anual, con sabores como Paloma, Mojito, Orange Sprint o Gin Tonic y que se ofertan a precios que no superan en algunos casos los 20 pesos por lata.