Braulio Arsuaga, aún presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), está a punto de cerrar su ciclo de seis años al frente de la “industria sin chimeneas. El hotelero dejará el cargo este martes y, tras enfrentar la pandemia, la desaparición del presupuesto para promoción turística de México, la falta de infraestructura eficiente, y el ascenso de proyectos como el Tren Maya y la Aerolínea del Estado Mexicano, reflexiona en entrevista para El Financiero sobre los retos de la industria, la cooperación de la Iniciativa Privada con el gobierno, así como las perspectivas al cierre del año.
El Financiero.- ¿Cuál es el balance tras seis años al frente del CNET?
Braulio Arsuaga.- En números es positivo, pero hay desaceleraciones, ha crecido el número de visitantes, de divisas, pero hemos bajado en la marca país y estamos en un sexto lugar, el gobierno se ha puesto una meta muy grande, para eso hay que hacer muchas cosas, en mi punto de vista, se ve difícil (llegar al quinto sitio de recepción de turistas internacionales). Se seguirá apuntando o señalando en las cuestiones en donde no estamos bien, como la conectividad y la infraestructura aérea.
EF.-¿Qué puede hacer la IP para apuntarlar los proyectos del gobierno?
BA.- Estrategias, nosotros proponemos, señalar lo que esté mal: no creo que al señalar lo que está mal seamos antagónicos al gobierno, somos personas que tienen sensibilidad de la importancia del sector
Por ejemplo, no estábamos de acuerdo en la realización del Tren Maya en su forma de devastación ecológica, y en la forma en que se financió, pero hay que hacerlo rentable y punto, en lo que podamos hacer, lo haremos,. Mexicana de Aviación y el etcétera, hay cosas que no estamos de acuerdo, pero que estamos tratando de ayudar para hacerlos rentables, porque a México le va a ir bien si le va bien a Mexicana y al Tren Maya.
EF.- ¿Ven algún cambio en la sensibilidad para entender el sector turístico entre el gobierno de AMLO y Sheinbaum?
BA.- Sí, porque hay mucho más voluntad y ganas de escucharnos, hay apertura de lo que proponemos, el reto es que exista presupuesto para poder articular las acciones. Ya no toco el tema del presupuesto para promoción, llevamos siete años sin promoción.
EF.-¿Cómo ven el cierre del año?
BA.- Va a cerrar bien, hay una desaceleración del mercado americano, es importante atenderlo. En los primeros siete meses del año, es de 14 mil millones, es una industria en la que hay apostar. Me queda claro que los logros no son por el presidente del CNET, si no por toda la industria, los incrementos en todos los números es porque la IP está organizada, en unidad, estamos trabajando en pro del turismo, los números que se dan de la balanza turística versus la balanza manufacturera, se explican solos, la balanza turística es de 14 mil millones de dólares y la petrolera está en déficit, me tocó dar la cara, pero el hombro lo metieron los empresarios.

Los retos y los datos
El presidente saliente del CNET apunta a que el empresariado debe colaborar con el gobierno para hacer rentables los proyectos turísticos del gobierno, una tarea complicada si se consideran los estados financieros del Tren Maya.
Solo en 2024, el negocio ferroviario en el sureste perdió 7 millones de pesos diarios en promedio, es decir, durante su primer año de funcionamiento su pérdida operativa ascendió a 2 mil 561 millones de pesos.
Además, el gobierno continuará invirtiendo en el desarrollo del servicio de carga del Tren Maya para darle viabilidad financiera al proyecto ferroviario. Para el presupuesto del año siguiente, el gobierno ha solicitado 30 mil millones de pesos adicionales, además de que se proyecta que las pérdidas del ferrocarril continuarán pesando en el erario hasta el final de esta década.
Mexicana es el otro proyecto, identificado por la Iniciativa Privada, en donde se puede aportar para evitar que opere en pérdidas.
A julio, la aerolínea ha transportado a 233 mil pasajeros, un aumento del 50 por ciento según las cifras oficiales.
Para este año, Mexicana recibirá cuatro aeronaves, pero entregará las tres que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) le prestó para iniciar a operar, por lo que su capacidad medida en asientos descenderá.
Sin embargo, para los siguientes dos años, la aerolínea prevé aumentar su flota hasta 20 equipos, con lo que ampliará su capacidad para poder movilizar a cerca de 3 millones de pasajeros anuales.
La aerolínea, sin embargo, tiene que cubrir una deuda de 21 mil millones de pesos por la adquisición de los equipos Embraer, por lo que necesitará transferencias del erario para mantenerse en operación, además de amortizar la compra de las aeronaves.