La compañía estadounidense de alimentos enlatados Del Monte Foods se declaró técnicamente en bancarrota en las últimas horas, alegando un aumento de la deuda y dificultades económicas motivadas por cambios en los hábitos de gasto y las preferencias de los consumidores.
Del Monte, con casi 140 años de historia y cuyas frutas, verduras y caldos envasados fueron muy populares en Norteamérica principalmente, se acogió voluntariamente al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, que permite la reorganización de entidades con problemas financieros.
La empresa californiana había acumulado una deuda a largo plazo de más de mil 230 millones de dólares. Ahora, ha llegado a un acuerdo con sus acreedores para vender la mayoría o la totalidad de sus activos.
“Tras una evaluación exhaustiva de todas las opciones disponibles, determinamos que un proceso de venta supervisado por un tribunal es la manera más eficaz de acelerar nuestra recuperación y crear un Del Monte Foods más sólido”, dijo el director ejecutivo de la empresa, Greg Longstreet, en un comunicado.

¿Qué pasó con la marca Del Monte y por qué está en quiebra?
Del Monte -que cuenta con más de 2 mil 700 empleados- citó en los documentos judiciales donde se declaraba en bancarrota que parte de sus complicaciones financieras proceden de un aumento de la demanda durante la pandemia de COVID-19, pero que tras aquella coyuntura no supieron gestionarla y se vieron perjudicados por un enorme excedente en sus inventarios.
Un aumento en los tipos de interés también ejerció una gran presión en su flujo de caja y provocó que sus gastos casi se duplicaran, de 66 millones de dólares en 2020 a 125 millones de dólares en 2025.
“Si bien hemos enfrentado desafíos intensificados por un entorno macroeconómico dinámico, Del Monte Foods ha alimentado a familias durante casi 140 años y seguimos comprometidos con nuestra misión de ampliar el acceso a alimentos nutritivos y de gran sabor para todos”, agregó Longstreet.
Y es que la compañía dice confiar en que esta reestructuración les devolverá a una posición competitiva en el mercado próximamente, tras haber conseguido más de 910 millones de dólares en financiación al deudor en posesión; un tipo de préstamos especiales para empresas en quiebra donde suele tener prioridad la amortización de deuda y otras reclamaciones existentes.

Del Monte Foods: De negocio ‘chiquito’ a ‘gigante’ de la comida enlatada
La historia de Del Monte comienza en California, a finales del siglo XIX, con su primer acuerdo de venta con el Hotel del Monte. En sus primeros años se mantuvo como un negocio pequeño, pero en 1907 construyó su primera fábrica de conservas de frutas y verduras.
Dicha fábrica se encontraba en el edificio The Cannery, en San Francisco, Estados Unidos, y su primer producto fue el durazno. Dos años después, en 1909, se ganó el título del centro de producción de conservas en lata más grande del mundo.
En ese mismo año también nació su escudo: Del Monte Quality, utilizado en los primeros anuncios que aseguraban a los clientes que el sello de la marca “no es solo una etiqueta, sino una garantía”. Este distintivo prácticamente se mantuvo sin cambios durante casi 100 años.
En 1911, la empresa hizo historia al introducir las latas sanitarias de tres piezas para reemplazar los contenedores soldados a mano y así preservar mejor la integridad del producto. Estos sellaban a presión, a diferencia de sus antecesoras que eran cerradas mediante la soldadura, de manera que el periodo de conservación de los alimentos procesados era de entre 2 y 3 años.
Cabe aclarar que Del Monte Foods no tiene un único propietario. La compañía actualmente está controlada por un grupo de accionistas y dirigida por una junta, encabezada por Greg Longstreet, actual presidente y director ejecutivo.
Con información de EFE.