El fin de los grandes megaproyectos de construcción de la administración pasada como el Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas en Tabasco y el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles” (AIFA) representan un reto para la industria cementera que busca avanzar en sus planes para disminuir su huella de carbono.
En 2023, la Cámara Nacional de la Industria del Cemento (CANACEM) —que tiene entre sus afiliados a Moctezuma, Cementos Fortaleza, Cemex, Cementos Cruz Azul, GCCC y Holcim— se comprometió a descarbonizar el cemento en hasta 17 por ciento para el 2030, pero se desconoce cuál ha sido el avance al 2025.

Holcim trata de adaptarse
Holcim México enfrenta el desafío de descarbonizar su producción de cemento en un entorno marcado por la culminación de grandes obras de infraestructura y la prevalencia de la autoconstrucción, que representa el 60 por ciento de las viviendas en el país.
La empresa ha invertido más de 60 millones de dólares en innovación y sostenibilidad, logrando que el 56 pro ciento de su producción anual de 13.3 millones de toneladas sea de cementos bajos en carbono.
“El principal reto del sector ha sido adaptarse a la culminación de las grandes obras de infraestructura que definieron al sexenio anterior. El desafío ahora es lograr el arranque oportuno de las nuevas obras de infraestructura previstas para este año, que serán clave para detonar los proyectos de la nueva administración. Esta reactivación podría generar un repunte en la industria,particularmente en los sectores de vivienda y trenes de pasajeros, abriendo oportunidades para fortalecer la adopción de materiales con bajas emisiones de carbono”, señaló la cementera al responder un cuestionario vía correo electrónico.
Agregó que otro reto estructural reside en la autoconstrucción, la cual representa cerca del 60 por ciento de las viviendas en México.
“Es crucial promover la capacitación y concientización de los autoconstructores, mostrándoles los beneficios a largo plazo, tanto ambientales como de desempeño, que ofrecen los cementos sostenibles frente a las opciones convencionales. Lograr este cambio en la mentalidad es clave para acelerar la descarbonización del sector de la vivienda en el país, que actualmente emplea a 4.8 millones de personas”, explicó.
Apuntó que actualmente, los estados con mayor demanda de cemento sostenible para Holcim son: Estado de México, Coahuila, Veracruz, Tabasco, Colima, Sonora, Yucatán y Guerrero.
La empresa refirió que en los últimos dos años, ha invertido más de 60 millones de dólares para impulsar la innovación, descarbonizar sus operaciones y expandir sus soluciones sostenibles en México.
“Como resultado, en el 2024 logramos mitigar más 1.7 millones de toneladas CO₂”, reveló Holcim.
La empresa agregó que para 2030 tienen un plan de inversión para catalizar la transformación de la industria, destinado en partes iguales al crecimiento operativo y al desarrollo sostenible.
Llantas y residuos, aliados de Cementos Moctezuma
Cementos Moctezuma es otro de los jugadores que busca alternativas para la descarbonización de sus plantas utilizando residuos como llantas y otros desechos que disminuyen el uso de combustibles fósiles.
“La meta que Moctezuma se planteó partiendo del 2020 al 2030 es alcanzar una reducción de emisiones por debajo de 500 toneladas de carbono por tonelada de cemento. Esto implica que en una década reduzcamos el 20 por ciento”, dijo a El Financiero Maribel Leyte Jiménez, directora de sostenibilidad y medio ambiente de Cementos Moctezuma.
La empresa redujo sus emisiones hasta un 12 por ciento entre 2020 y 2024, por lo que se sienten seguros de cumplir sus metas.
Uno de los retos en la reducción de emisiones es reducir el factor clinker del cemento, que produce muchas emisiones por el uso de combustibles fósiles. La especialista señaló que sólo en 2024 Moctezuma fue la vía para utilizar más 36 mil toneladas de residuos como combustibles alternos.
Para Moctezuma existe una fuerte oportunidad de impulso a este tema de descarbonización del cemento gracias a varios proyectos en puerta del gobierno federal como un sistema de comercio de emisiones o de economía circular.
“Vemos con muy buenos ojos que están impulsando estos programas, estos programas de economía circular, que se requiere transformar todos estos residuos en el país”, dijo.
Actualmente el consumo de sacos de cemento verde en México representa aproximadamente un 70 por ciento, mientras que el resto se hace a través de las grandes constructoras, que buscan oportunidades en vivienda, trenes y obras de infraestructura.







