La economía de los 19 países de la Eurozona acelera la marcha ante los menguantes precios del petróleo.
Pese a las recientes preocupaciones sobre el futuro de Grecia en el bloque, los consumidores parecen estar ganando confianza. Un menor desempleo impulsa el gasto, al igual que la caída en los precios del combustible, que ha contribuido a un descenso generalizado en los índices de precios.
Una de las señales más claras vino de las ventas minoristas en la eurozona, que subieron en enero a una tasa mensual de 1.0 por ciento. La cifra, publicada por la agencia de estadística Eurostat, fue el mayor aumento desde mayo de 2013.
El aumento de enero superó con creces el 0.2 por ciento previsto en los mercados y elevó el total anual a 3.7 por ciento, el más amplio desde agosto de 2005.
Como en la mayoría de las economías occidentales, el gasto de consumo es una de las bases del crecimiento económico en la Eurozona y el hecho que crezca de forma sólida y consistente —con cuatro meses seguidos al alza por primera vez desde que comenzó a medirse en 2000— es una buena señal.
El gasto de los consumidores en la Eurozona lleva años viéndose limitado por una serie de factores, como el alto desempleo en muchos países, la austeridad presupuestaria del gobierno y una sensación general de incertidumbre económica.
Otro informe distinto señaló que la economía de la Eurozona creció en febrero a su ritmo más rápido en siete meses.
Markit, una empresa de información financiera, reportó que su índice compuesto de pedidos de gestores de compra —un amplio indicador de actividad económica— subió por tercer mes consecutivo en febrero hasta 53.3 por ciento, respecto al 52.6 por ciento el mes anterior, con datos especialmente buenos en nuevos pedidos.
Chris Williamson, economista jefe de Markit, dijo que el aspecto más alentador del sondeo eran las señales de nuevo crecimiento en Francia, la segunda economía más grande de la Eurozona. La recuperación se ha resistido en Francia, y muchos economistas culpan al gobierno de no hacer suficientes reformas.