Incluir al sector energético en la renegociación del TLCAN implica más riesgos que beneficios desde la perspectiva de la inversión, ya que podrían imponerse impuestos con un impacto significativo en costos para la inversión extranjera en México, señaló Lisa Viscidi, directora del Programa de Industria Extractiva, Cambio Climático y Energía en The Inter-American Dialogue.
"Hoy cambiar el sector energético en México, si lo quieren renegociar en TLCAN, implica más bien un riesgo desde la perspectiva de los inversionistas", dijo.
La experta señaló que una revisión en las normas de origen podría favorecer los bienes producidos por la industria estadounidense sobre los bienes más baratos procedentes de fuera de América del Norte, aumentando los costos de las compañías de energía que operan en México.
Con ello, éstas empresas podrían ver más difícil importar maquinaria pesada necesaria y traer trabajadores norteamericanos para operar proyectos petroleros en México, según Viscidi.
En entrevista telefónica desde Washington, expuso el efecto que tendrían los diferentes escenarios sobre el atractivo de la inversión en el sector energético mexicano.
Si Estados Unidos saliera totalmente del TLCAN habría un impacto porque cambiarían muchas cosas; si hay una renegociación del acuerdo hacia su actualización podría ser bueno, pero si se introducen impuestos, entonces habría un impacto en la inversión en México, apuntó.
Explicó que ya no es necesario incluir al sector energético en el TLCAN ya que por su principio de universalidad, una vez que se abre un sector a la inversión privada, automáticamente queda incluido en el acuerdo comercial.
"Lo mejor para la inversión y la perspectiva de los inversionistas es dejarlo como está, no cambiarlo, porque dentro del marco del NAFTA ya tienes las reglas y la seguridad para el sector", apuntó.
Alertó sobre los riesgos que también representa una negociación larga con las probabilidades apuntando a que no se logre concretar un acuerdo actualizado en este sexenio del presidente Peña Nieto.
"Probablemente se va a prolongar hasta el próximo presidente y eso también implica un riesgo porque no se sabe quién será y cuál será su política y esto implica mucha incertidumbre", dijo.
En el reporte US-Latin America Energy Investment: Proposals for Policy Engagement, la especialista destaca las oportunidades para una mayor inversión estadounidense en México ante las necesidades que existen para desarrollar el sector.
Tras la apertura del sector con la reforma, el Gobierno mexicano tiene comprometidas con la Ronda 1 inversiones de compañías americanas por 6.5 mil millones de dólares de un total de 49 mil millones de dólares. Para la Ronda 2 no han publicado números de inversión.
"Si no tienen éxito las negociaciones no creo que cambien los contratos ya firmados o que las compañías no vayan a invertir lo que ya está comprometido, pero podría ser un desincentivo para futuros contratos", dijo.