SAO PAULO.- Brasil fue un mercado demasiado complicado para el banco HSBC.
Ejecutivos de la unidad brasileña de HSBC Holdings Plc le dieron prioridad a las relaciones con los clientes por sobre la rentabilidad, con filiales con demasiado personal, y no consiguieron proteger las ganancias en medio de una economía en deterioro, según analistas e inversores.
Los errores de estrategia se sumaron al aumento de la competencia, que convirtió a la unidad en un problema para la matriz HSBC con sede en Londres. Y el ajuste de cuentas finalmente ha llegado.
Tras prometer una nueva era de mejores dividendos, el presidente ejecutivo Stuart Gulliver reveló hoy los planes parar recortar casi uno de cada cinco empleos en todo el mundo y apuntalar operaciones afectadas por costos de cumplimiento y bajas tasas de interés.
Como parte de la reestructuración, las unidades de HSBC en Brasil y Turquía quedan oficialmente en venta.
El proceso para despojarse de HSBC Bank Brasil Banco Múltiplo, tal como se conoce formalmente a la unidad, está bastante avanzado.
Los principales prestamistas de Brasil han presentado ofertas, sostuvo hoy una fuente cercana a la situación. La operación podría recaudar entre 3 mil millones y 4 mil millones de dólares, según una fuente que pidió no ser identificada porque las negociaciones aún están en curso.
Para Gulliver, no tenía sentido mantener el costoso negocio de 21 mil empleados que aportaba con apenas un 1 por ciento de las utilidades antes de impuestos.
Para los accionistas, apostar por Brasil era riesgoso dado que los bancos en el país deben afrontar elevados tributos, débil demanda de créditos, crecientes cesaciones de pago y el impacto de lo que podría ser la peor recesión en dos décadas.
La salida de HSBC de Brasil "está en línea con una tendencia más amplia de consolidación de la industria bancaria local impulsada por grandes prestamistas locales que pueden competir con rivales y afrontar un panorama económico más duro", dijo Claudio Gallina, jefe de instituciones financieras de Fitch Ratings en São Paulo.
En un comunicado, HSBC Brasil dijo que está "comprometido a seguir adelante con su negocio y asegurar una transición ordenada a un posible comprador".
Itaú, Santander Brasil y Bradesco, que estarían en plenas negociaciones por la unidad, declinaron emitir comentarios.