CIUDAD DE MÉXICO.- Los gobiernos de los estados han tomado la ruta populista y han decidido castigar la generación de empleos y la permanencia de muchas empresas en sus entidades.
Juan Pardinas Carpizo, director del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), dijo que como una réplica a lo que hace el Distrito Federal, de eliminar el impacto a la tenencia vehicular, la mayoría de los estados han tomado la misma decisión, aunque no consideran que los únicos beneficiados por esta acción son los mexicanos con mayores ingresos.
Además, no se dan cuenta que al eliminar ese gravamen tienen menos posibilidad de recaudar más y reducir la dependencia que mantienen de los recursos que la federación les asigna.
Dijo que cancelar el impuesto a la propiedad de automóviles se ha convertido en una moda política para ganar un aplauso fácil, esto a costa de la salud de las finanzas púbicas y los estados no se han dado cuenta que la tenencia es un gravamen con muchas ventajas: es fácil de cobrar, desincentiva el transporte individual y paga más dinero quién está dispuesto a comprar un vehículo más caro.
Anotó que uno de los atributos adicionales es que la tenencia se cobra por igual a un empresario formal que compra vehículos para su negocio, que a un comerciante informal que adquiere su pick up para llevar mercancías al tianguis; "este gravamen es un impuesto neutral que pagan por igual formales e informales", dijo.
Sin embargo, los estados han decidido no tocar el Impuesto sobre Nóminas, gravamen que lo único que hace es castigar a las empresas y a la generación de empleos, acusó.
Pardinas Carpizo señaló que "cada vez es más preocupante la tendencia que están tomando los estados, hacia fomentar el populismo".
La eliminación de la tenencia en el DF también ha originado una competencia hacia el populismo, porque los gobiernos locales hacen creer a las clases medias que tener un coche no tiene consecuencias en el gasto público, advirtió.
Hizo ver que los gobiernos estatales no han puesto en su radar que el gasto público de este país depende en 30 por ciento de los ingresos petroleros, los cuales han ido a la baja, ante la disminución del precio del petróleo y ante lo cual hay que buscar otras fuentes de dinero fiscal.
