Durante más de tres años, el mejor amigo de México en el mercado de bonos fue el multimillonario administrador de fondos Bill Gross. Ahora, hay indicios de que el romance se está enfriando.
El 30 de noviembre los activos mexicanos ya no figuraban entre las diez primeras posiciones del Janus Global Unconstrained Bond Fund de 1,300 millones de dólares de Gross, de acuerdo con los últimos datos del sitio web de Janus.
A fin del tercer trimestre, dos de sus primeras seis posiciones eran apuestas a que la prima de riesgo de México bajaría en el mercado de permutas de riesgo crediticio.
Los inversores extranjeros se volcaron a la deuda del país latinoamericano desde 2011, comprando más de la mitad de sus bonos de renta fija en pesos, en tanto administradores de fondos famosos como Gross y Laurence D. Fink de BlackRock promocionaban los activos mexicanos.
Gross, de 71 años, cuyos comentarios optimistas sobre México comenzaron antes de que se fuera de Pacific Investment Management Co en septiembre de 2014, dijo en junio que México ofrecía los "rendimientos más atractivos del mundo".
"A todos les gusta tener a un animador de su lado", dijo Alejandro Urbina, gerente de cartera de Silva Capital Management LLC de Chicago, que administra 180 millones de dólares de activos que incluyen bonos mexicanos.
"Como entusiasta de México, siempre me tranquilizó que un inversor grande e importante como Gross pudiera expresar abiertamente una opinión similar".
Urbina señaló que sigue siendo optimistas respecto a la deuda mexicana a pesar de la postura de Gross.
Erin Passan, portavoz de Janus de Denver, no accedió a efectuar declaraciones sobre las posiciones del fondo ni a decir si Gross había modificado su perspectiva sobre el país latinoamericano.
Janus no publica una lista mensual completa de las carteras del fondo, lo que significa que Gross quizá todavía tenga apuestas a México, sólo que ninguna es tan grande como para estar entre las diez primeras.
Si bien México ya no estaba entre las primeras posiciones a fin del mes pasado, el inversor mantuvo dos posiciones largas en Brasil. Sus dos posiciones más grandes estaban en futuros de bonos del gobierno alemán.
Gross empezó a elogiar a México en junio de 2012, cuando dijo que prefería los bonos del país a la deuda alemana porque los rendimientos del país latinoamericano eran más altos y sus niveles de deuda más bajos.
En una entrevista de junio en CNBC, señaló que una operación con deuda del gobierno mexicano era su "mejor" idea reciente.
Las apuestas a la calidad crediticia de México que tenía Gross a fines del tercer trimestre habrían dado frutos en octubre, cuando el costo de proteger la deuda del país contra impago se desplomó en el mercado de permutas de riesgo crediticio.
México sedujo a los inversores internacionales ofreciendo rendimientos más altos que Estados Unidos o Europa y la promesa de un crecimiento más veloz cuando abrió sus industrias de la energía y las telecomunicaciones.
Aun cuando la expansión no estuvo a la altura de las proyecciones del gobierno y los analistas, los gerentes de carteras del mundo incrementaron sus posiciones en el país con la expectativa de que sus estrechos lazos con los Estados Unidos impulsarían una recuperación.
"Llegamos a una situación en la que los extranjeros compraban la mayor parte de la emisión neta proveniente del gobierno", declaró en entrevista Joe Kogan, responsable de estrategia de mercados emergentes de Bank of Nova Scotia en Nueva York.
"América Latina se está desacelerando y tendremos que ver si genera el mismo nivel de interés".