El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, se comprometió a convertir a su país en el primero del G-7 que se une a la ambiciosa Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda de China pese a las objeciones de Estados Unidos y a las dudas dentro de su coalición de Gobierno.
Conte insistió en que la firma de un memorándum de entendimiento para un emprendimiento en la construcción de infraestructuras. No "pone en cuestión nuestra posición" dentro de la estratégica alianza transatlántica.
El memorándum no es legalmente vinculante y da a los exportadores italianos acceso al lucrativo mercado chino, agregó el dirigente italiano.
La firma de Italia se consideraría un importante avance que legitima un proyecto que contempla rutas terrestres y marítimas para conectar China y Europa. Un funcionario de la Casa Blanca advirtió a Roma en contra de unirse al que calificó de "vanidoso proyecto" de Beijing.