Los bancos centrales del mundo no pueden quedarse atrás e ignorar el crecimiento de las criptomonedas, ya que esto podría suponer un riesgo para la estabilidad del sistema financiero, advirtió el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés).
La institución dijo que las autoridades monetarias tendrán que decidir si emiten una moneda digital o no y cuáles deben ser sus atributos, aunque la decisión es más urgente en países como Suecia, donde el uso del efectivo está disminuyendo.
El BIS señaló en su informe trimestral que las instituciones deben considerar no sólo los problemas de privacidad y las ganancias en los sistemas de pago, sino también las repercusiones financieras y de política monetaria.
El análisis llega al final de una semana difícil para las monedas digitales, con el presidente ejecutivo de JPMorgan Chase & Co., Jamie Dimon, llamando al bitcoin un "fraude" y a China reprimiendo las transacciones de criptomonedas en su mercado.
Pero con el bitcoin y otras monedas virtuales ganando popularidad a medida que los sistemas de pago se mueven a los móviles y a los inversionistas poniendo recursos en estos instrumentos, los bancos centrales están comenzando a ahondar en ellos y en su tecnología subyacente blockchain, que promete acelerar la compensación y liquidación de valores. Mark Carney, presidente del Banco de Inglaterra, ha citado las criptomonedas como parte de una potencial "revolución" en las finanzas.
Para entender mejor el sistema, el banco central holandés ha creado su propia criptomoneda, aunque sólo para uso interno. Funcionarios estadounidenses exploran también en el tema, aunque en marzo el gobernador de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo que había "importantes asuntos de política" que necesitaban más estudio, incluyendo la vulnerabilidad a los ataques cibernéticos, la privacidad y falsificación.
Según el BIS, una opción para los bancos centrales podría ser una moneda disponible para el público, que sólo pueda ser emitida por la autoridad monetaria, que sería directamente convertible en efectivo y reservas.