La estabilidad financiera global no está asegurada, las autoridades enfrentan una triada de problemas que explican la persistente volatilidad y éstos son el aumento de la vulnerabilidad de los mercados emergentes, legados persistentes de la crisis en economías avanzadas y la debilidad sistémica de la liquidez en los mercados, señaló José Viñals, Consejero Financiero del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Advirtió que son necesarias acciones políticas decididas para evitar caer en la Gran Distorsión que tendría un elevado costo para la economía global.
"La turbulencia en las semanas del inicio de año en los mercados financieros refleja en parte las dificultades para hacer frente a estos retos y su trascendencia. Las opciones para los formuladores de políticas son claras.
Podemos permanecer en la línea base de lo que se podría llamar la "Gran distorsión" de mediocre crecimiento, de políticas monetarias asíncronas, o bien, podemos actualizar las políticas para lograr un 'Gran Normalización, marcados por fuerte y sostenido crecimiento, la convergencia de las políticas monetarias, y la reducción de vulnerabilidades", señaló el también Director del Departamento de Mercados de Capitales y Monetario del FMI.
Durante su participación en un foro organizado por el Financial Times en Londres, Viñals expuso que si bien no ha habido avances y la "Gran Normalización" se encuentra todavía bastante lejos, no es inalcanzable, pero advirtió que "el caer en un escenario de "Disrupción del mercado global" será costoso, según nuestros cálculos, del 3 por ciento del producto global para el 2017".
Así que escapar de la Gran Distorsión requerirá de una acción política decidida durante 2016, más allá de reformas monetarias y financieras, abarca las políticas fiscales y estructurales y las recomendaciones del organismo, dijo, se encuentran en el Monitor Fiscal y Perspectivas de la Economía Mundial.
Los mercados emergentes enfrentan importantes cambios como el final del súper ciclo en el precio de los commodities, algunos han acumulado abultadas deudas; los ajustes de la normalización de las tasas de interés en Estados Unidos y la apreciación del dólar.
Por su parte, las economías avanzadas continúan arrastrando legados desde la crisis con elevados niveles de deuda en los sectores públicos y privados, bajas tasas de interés y persistentes elevadas tasas de desempleo.
Entre las economías avanzadas destaca Estados Unidos con las tasas de crecimiento más altas y ha normalizado su política monetaria. Sin embargo, las vulnerabilidades financieras también han surgido en ese país durante el periodo de una prolongada y excepcional relajamiento monetario. Los riesgos crediticios se han concentrado en un alto endeudamiento del sector energía.
En un mundo en donde una de las principales economías se está recuperando, Estados Unidos, y otros, como la Unión Europea y Japón, todavía están luchando, la normalización de la política ha implicado políticas monetarias divergentes. Esto a su vez, crea movimientos en los mercados de tipo de cambio, con la apreciación del dólar estadounidense.
Identificó como otro poderoso reto a la debilidad sistémica de la liquidez del mercado. "Tensiones en la liquidez del mercado podrían exacerbar presiones en los mercados crediticios", advirtió.