Economía

Débil crecimiento y déficit de empleo de calidad amenazan reducción de pobreza: OIT

En un nuevo informe, la OIT  indica que el reciente deterioro de las perspectivas económicas en Asia, América Latina, el mundo árabe y en países ricos en recursos naturales ha comenzado a revelar la fragilidad del progreso social y del empleo.

La continuación de la reducción de la pobreza está amenazada no sólo por la debilidad del crecimiento económico, también por importantes obstáculos estructurales a la creación de empleos de calidad, alertó la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En su nuevo informe titulado "Perspectivas sociales y del empleo en el mundo 2016 – Transformar el empleo para erradicar la pobreza (WESO, por sus siglas en inglés), indica que el reciente deterioro de las perspectivas económicas en Asia, América Latina, el mundo árabe y en países ricos en recursos naturales ha comenzado a revelar la fragilidad del progreso social y del empleo.

El documento señala que más de 36 por ciento de la población de los países emergentes y en vías de desarrollo vive en la pobreza, con un ingreso diario inferior a 3.10 dólares según paridad de poder adquisitivo (PPA).


El informe estima que son necesarios alrededor de 10 billones de dólares en 15 años en total para erradicar la pobreza extrema y moderada a escala mundial de aquí a 2030, año que se fijó para cumplir el objetivo de reducir la pobreza.

"El déficit mundial de empleos de calidad y el deterioro de las condiciones económicas en un número de regiones amenaza con anular las décadas de progresos en materia de reducción de la pobreza. Además, la pobreza relativa (donde el ingreso del hogar es inferior al 60 por ciento de la mediana nacional) está en aumento en los países en desarrollo.

La OIT estima que casi una tercera parte de las personas que viven en pobreza extrema o moderada en las economías en desarrollo tienen empleo, sin embargo, su empleo es vulnerable por naturaleza: a veces no reciben su salario, están concentrados en ocupaciones de baja cualificación y, a falta de protección social, dependen casi exclusivamente del ingreso de su trabajo.

"En los países desarrollados, un número mayor de trabajadores tiene un empleo asalariado y remunerado, pero eso no los salva de caer en la pobreza", suscribe el informe difundido este día por la OIT.

La reducción de la pobreza también ha sido distribuida de manera desigual según los sectores. Los últimos datos de 43 países emergentes y en vías de desarrollo muestran que una cuarta parte de los trabajadores empleados en la agricultura viven en la pobreza extrema (alrededor de dos terceras partes de todos los trabajadores que viven en pobreza extrema), frente a sólo 12 por ciento de los empleados en la industria y sólo 7 por ciento de los que trabajan en los servicios.

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