MÉRIDA, Yucatán.- El Banco Interamericano para el Desarrollo (BID), destinará 12 mil millones de pesos anuales en los próximos cinco años para atender en los países de América Latina los problemas relacionados con el cambio climático y canalizará ocho mil millones de dólares para el sector energético.
El vicepresidente del Banco Interamericano para el Desarrollo (BID), Santiago Levy, calificó de caro y deficiente el servicio energético en países de Latinoamérica, pues los subsidios que otorgan los gobiernos a la electricidad, combustibles y combustóleos no siempre tienen éxito.
En el marco de la II Reunión Ministerial de la Alianza para Energía y Clima de las Américas que se realiza en esta ciudad, Santiago Levy expuso que entre el dos y el cuatro por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del presupuesto público de países latinoamericanos, se enfoca al sector energético, pero las pérdidas en electricidad en la región son tres veces más altas que en el país con menos producción.
Con datos del BID, sostuvo que en estas naciones un tercio de la electricidad no llega correctamente, porque hay un servicio malo y altas interrupciones, de ahí que el desarrollo de energía limpia ataca uno de los problemas centrales, que es el crecimiento de la productividad.
En América Latina, precisó, 26 millones de ciudadanos no cuentan con electricidad en sus hogares, y casi 70 millones de personas no tienen acceso a combustibles modernos que les permitan preparar sus alimentos.
Sobre el tema de energía el director del Departamento de Desarrollo Sustentable de la Organización de Estados Americanos (OEA), Cletus Springer, afirmó que a pesar de los avances y el crecimiento de energías renovables y limpias, la crisis energética aún se siente en Centroamérica y el Caribe.
La producción de esas energías, advirtió, se ha triplicado y actualmente tiene un costo de 300 mil millones de dólares, provocando una reducción de la crisis energética del mundo.
A su vez Ernest Moniz, secretario de Energía de los Estados Unidos celebró las asociaciones internacionales que permiten compartir soluciones ante el cambio climático y para impulsar energías renovables, que funcionan para cada región.
Ante la severa amenaza del cambio climático pidió a las naciones americanas colaborar, pues los efectos se han visto en muchas dimensiones, como las presiones del agua en los Estados Unidos.
En ese sentido se pronunció a favor de la innovación para enfrentar los retos y disminuir los costos de las energías limpias.