La familia Maldonado Ramos ha tejido una red de influencias y vínculos dentro de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM) que levanta serias dudas sobre posibles conflictos de interés, omisiones patrimoniales y tráfico de influencias.
Javier Maldonado Ramos, actual subdirector de Generación y mano derecha de Emilia Calleja, líder de la CFE, encabeza este entramado familiar. Su padre es asesor cercano de Víctor Fuentes del Villar, líder del SUTERM.
Sus tres hermanos —Alan Daniel, Karina Esperanza y Jonatan Jasiel— también han encontrado acomodo en distintas áreas de la CFE o en las filas del sindicato.
¿Qué sabemos de la familia Maldonado Ramos y su tráfico de influencias en CFE?
A pesar de su cargo directivo en la paraestatal, Javier Maldonado fundó en marzo de 2019 la empresa DS Power and Engineering Consulting, registrada oficialmente como una comercializadora de calzado, aunque en la práctica opera como una consultora en ingeniería y energía, reveló Lourdes Mendoza en su columna: Ocultan empresas funcionarios de CFE.
Durante cuatro años consecutivos (2019-2022), omitió declarar esta empresa en sus informes patrimoniales. No fue sino hasta mayo de 2023 cuando reconoció que es propietario del 100 por ciento de las acciones. Entre 2023 y 2024, reportó haber prestado servicios profesionales de consultoría a la UNAM, y también registró ingresos por servicios personales y otros conceptos en los años 2022, 2023 y 2025.
Su hermano Alan Daniel Maldonado Ramos ha trabajado desde 2013 en la Coordinación de Proyectos Hidroeléctricos de la CFE. Entre 2020 y 2025, reportó ingresos por 3.2 millones de pesos derivados de actividades empresariales, mientras se desempeñaba como servidor público.
Junto con su hermana Karina Esperanza, se presentan públicamente como directivos de la empresa Proyectos de Ingeniería Geotécnica, Arquitectura y Construcción (IGAC), activa desde 2015 pero sin evidencia clara de una constitución legal formal.
Una de las obras más significativas de IGAC se llevó a cabo en el Centro de Capacitación del SUTERM en la División Valle de México Norte, precisamente donde su padre tiene presencia como representante sindical. Este hecho podría configurar un conflicto de interés directo, e incluso un caso de tráfico de influencias.
El patriarca de la familia, Maldonado Alfaro, no está exento de señalamientos. Fue presidente municipal interino de Lázaro Cárdenas, Michoacán (2007-2008), y fue acusado de desfalcos y fraudes relacionados con un fraccionamiento de la CFE cuando fungía como líder sindical en la Central Termoeléctrica de Petacalco, Guerrero. Él mismo ha presumido vínculos con Servando Gómez “La Tuta”, exlíder de los Caballeros Templarios.
Finalmente, Karina Maldonado combina su rol como funcionaria en la Coordinación de Proyectos Termoeléctricos de la CFE con la dirección de proyectos en IGAC, sin reportar su participación empresarial en sus declaraciones patrimoniales. En su perfil profesional público se describe como “arquitecto de proyectos”, pero esa faceta permanece oculta en su calidad de servidora pública.
La familia Maldonado Ramos ejemplifica una preocupante superposición entre el sector público, el sindicalismo y los intereses privados. La opacidad en sus declaraciones patrimoniales, sus múltiples ingresos no justificados, y los contratos adjudicados en zonas de influencia directa, exigen una revisión a fondo por parte de las autoridades competentes.