La industria azucarera en México está en crisis. Este año, los ingresos de los productores de caña se desplomaron y las pérdidas ya superan los 14 mil millones de pesos, según datos de la Unión Nacional de Cañeros en el ciclo 2024-2025.
La situación golpea especialmente a zonas rurales. En 15 estados y 270 municipios, miles de familias dependen del cultivo de caña. La caída de precios ya afecta su economía y, si nada cambia, el próximo ciclo podría ocasionar una merma adicional por 7 mil millones de pesos.
Así lo advierte la columnista de El Financiero, Jeanette Leyva, en su columna titulada ‘Salvar al azúcar mexicano de más impuestos’, en la que señala que la zafra 2024–2025 se perfila como una de las más difíciles en años.
El azúcar de caña, en desventaja ante jarabes y sustitutos
Uno de los problemas más graves es la entrada de endulzantes sintéticos al mercado. Cada vez más empresas usan fructosa o jarabe de maíz de alta fructosa, en lugar de azúcar de caña.
Estos productos suelen ser más baratos y no siempre están sujetos a las mismas regulaciones. Según Leyva, muchas marcas los prefieren porque así evitan los sellos de advertencia en el etiquetado. Esto ha creado una "competencia desleal".

Otro factor que presiona al sector es la reforma al IEPS en bebidas endulzadas. La iniciativa busca aplicar un impuesto parejo a todas las bebidas con endulzantes, pero sin distinguir si contienen azúcar natural o sintética.
Para Leyva, esta propuesta genera un “impuesto ciego”. No reconoce el origen del azúcar ni reconoce la producción nacional. Tampoco considera las diferencias entre un producto natural como la caña y los jarabes procesados.
Impuestos diferenciados para salvar al azúcar mexicano
La columnista precisa que en otros países, el azúcar local recibe protección fiscal o subsidios, mientras que en México, el nuevo impuesto afectaría por igual al productor nacional y al importador, lo que podría agravar aún más la crisis.
En este sentido, propone aplicar impuestos diferenciados que favorezcan el uso de azúcar de caña nacional.
“Ahí es donde los legisladores deben tener la sensibilidad y el conocimiento para legislar sin afectar a los productores de caña, y aplicar cuotas diferenciadas quizás por el origen del endulzante, si proviene de caña de azúcar nacional, un menor pago; a otros endulzantes sintéticos cuota plena, es decir, que se proteja, como lo hacen ya en otros lados a los productos nacionales.”, apunta.
Finalmente, indicó que espera que actores clave del sector azucarero, como la Cámara Nacional Azucarera, o legisladores con experiencia en el tema como Alfonso Ramírez Cuéllar, así como el Sindicato de Trabajadores de la Industria Azucarera, encabezado por Lorenzo Pale, y el Consejo Nacional Campesino, logren construir acuerdos para enfrentar la crisis.