El Paquete Económico de 2026 prevé un blindaje superior a los 300 mil millones de dólares, con el propósito de preservar la estabilidad macroeconómica y mitigar los efectos de eventuales choques externos e internos.
“Estos amortiguadores fiscales y financieros están orientados a fortalecer la resiliencia de las finanzas públicas”, establecen los Criterios Generales de Política Económica de 2026.
Entre los principales mecanismos que tiene el país para enfrentar estos riesgos potenciales destacan las reservas internacionales por 244 mil 400 millones de dólares: la Línea de Crédito Flexible con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 36 mil 600 millones y la línea swap con el Tesoro de los Estados Unidos por 9 mil millones de dólares.
Víctor Gómez Ayala, director de análisis económico de Finamex, explicó que las reglas de disposición de recursos del FMI o del Tesoro permiten que se active su disponibilidad en escenarios de elevado estrés financiero.
El acceso a estas líneas de financiamiento no es en automático, porque las instituciones tienen comités que evalúan si las condiciones de los choques financieros pudieran ocasionar un problema de crecimiento severo y de caída de captación de impuestos, que amerite que se liberen los recursos al país, indicó.
Para proteger a las finanzas públicas de caídas, los fondos y seguros suman un total de 160 mil 171 millones de pesos, equivalentes a 8 mil 686 millones de dólares.

¿Cuánto cuenta México en los Fondos de Estabilización?
Sobresalen los llamados Fondos de Estabilización de los Ingresos, con un total de recursos por 143 mil 800 millones de pesos, disponibles de manera automática cuando caen los ingresos fiscales.
Destaca el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), con 107.8 mil millones de pesos; el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), con 12.3 mil millones de pesos, y el Fondo Mexicano del Petróleo (FMP), con 23.7 mil millones de pesos.
Gómez Ayala agregó que los fondos de estabilización son una herramienta que en la literatura se conoce como un estabilizador automático.
“Estos fondos funcionan como mecanismos dentro de la postura fiscal para hacerle frente a las emergencias cuando hay periodos de vacas flacas, pero también funcionan como mecanismos de acumulación de recursos cuando la economía entra en un periodo de vacas relativamente gordas o no tan flacas”, preciso.
Recordó que, después de la pandemia, cuando los fondos de estabilización prácticamente se agotaron, el proceso de recuperación de la economía permitió también la acumulación de recursos en estos fondos.
“Hoy hay una disponibilidad de recursos tanto en el FEIP como en el FEIEF que permiten amortiguar potenciales discrepancias en los ingresos observados presupuestarios, y por lo tanto compensar en caso de que se maternice cierta desaceleración o menores ingresos tributarios o petroleros con respecto al programa aprobado”, subrayó.
México con otros mecanismos para blindar finanzas públicas
Pablo López Sarabia, profesor e investigador de la DICEA, de la Universidad Autónoma Chapingo, expuso que hay otros instrumentos que contribuyen a blindar las finanzas públicas, como las coberturas petroleras, las cuales se siguen contratando, aunque no se proporcionen muchos detalles.
Agregó que en el marco fiscal se construye una política de administración de riesgos, en la cual los fondos de estabilización tienen un papel clave para compensar choques extremos.
Gómez Ayala agregó que la ley es muy clara y establece que la disposición de los recursos del FEIP se puede hacer cuando los ingresos del Gobierno Federal, tributarios o petroleros, son menores a los que se proyectaron en la Ley de Ingresos.
“Entonces se puede utilizar el saldo del FEIP para completarlos, por ejemplo, para 2026 se contemplaron 5.8 billones de ingresos tributarios, pero si en el año se materializan 5.7 billones, los 100 mil millones de pesos faltantes se podrían tomar del FEIP para completar”, concluyó.