El gasto del consumidor estadounidense registró en julio su mayor aumento en cuatro meses, lo que indica una demanda resiliente a pesar de la persistente inflación.
El gasto del consumidor ajustado a la inflación aumentó 0.3 por ciento, según datos de la Oficina de Análisis Económico publicados este viernes 29 de agosto.
El avance se vio impulsado por el crecimiento de los ingresos y por los bienes. El llamado índice básico de precios del gasto en consumo personal, que excluye alimentos y energía y es el preferido por la Reserva Federal, subió 0.3 por ciento con respecto a junio.
Con respecto al año anterior, el indicador repuntó hasta 2.9 por ciento, su mayor alza desde febrero.
Estadounidenses siguen gastando pese a repunte de inflación: ¿Cuánto durará la tendencia?
Los últimos datos, que mostraron un repunte en los precios de los servicios, podrían avivar la preocupación por un aumento aún más preocupante de la inflación a medida que los aranceles del presidente Donald Trump también se extienden a la economía.
Por ahora, los estadounidenses siguen gastando, pero no está claro cuánto durará este impulso en medio del aumento de los precios y el debilitamiento del mercado laboral.
Los futuros de acciones redujeron sus pérdidas, mientras que los rendimientos de los bonos del Tesoro subieron y el dólar se mantuvo fuerte.
Los operadores aún esperan que la Fed recorte las tasas de interés en su reunión del 16 al 17 de septiembre. En su intervención en la conferencia anual de la Fed en Jackson Hole la semana pasada, el presidente Jerome Powell insinuó con cautela la posibilidad de un recorte de tasas el próximo mes en medio de los crecientes riesgos para el mercado laboral, aunque señaló que los efectos de los aranceles sobre los precios son “ahora claramente visibles”.
Sin embargo, antes de esa reunión, los responsables políticos recibirán informes adicionales sobre la inflación y el mercado laboral.
¿Por qué se aceleró la inflación en EU?
El repunte de la inflación se debió al aumento de los costos de los servicios, que registraron su mayor aumento desde febrero. Esto incluyó un aumento en las comisiones de gestión de cartera, reflejo de un repunte del mercado bursátil que duró meses.
Los costos de los servicios recreativos, incluyendo deportes en vivo y entretenimiento, también aumentaron.
Un indicador muy observado de la inflación de los servicios, que excluye la energía y la vivienda, aumentó 0.4 por ciento, su mayor aumento en cinco meses. Mientras tanto, los costos de los bienes disminuyeron.
En un esfuerzo por proteger a los consumidores norteamericanos, algunas empresas se apresuraron a importar productos a EU antes de que entraran en vigor los aranceles, mientras que otras diversificaron sus cadenas de suministro u optaron por sacrificar sus propios márgenes.
Sin embargo, con la mayoría de los aranceles de Trump ya en vigor, muchas empresas han insistido en la necesidad de trasladar una mayor parte de esos costos adicionales a los compradores.
La aceleración del gasto se debió en gran parte a la compra de mercancías, en particular de bienes duraderos como automóviles, muebles para el hogar y equipo deportivo.